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España España · MADRID
Voto de Spark:
3
Drama. Comedia Historia de un grupo de artistas de vodevil a los que la guerra civil (1936-1939) les arrebató todo menos el hambre. El músico Jorge del Pino, el ventrílocuo Enrique Corgo, la cupletista Rocío Moliner, el huérfano Miguel y otras almas perdidas forman una curiosa familia que intenta cada día salir adelante con sus miserias y sus alegrías, con el aliciente de su música y sus canciones. Y a falta de pan, están los aplausos. Entre ... [+]
31 de marzo de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Emilio Aragón debutó en la dirección en 2010 con una historia tan personal (no hay que olvidarse de su niñez entre tramoyistas y cómicos, ni del legado familiar de los Aragón, cuya odisea personal les llevó de país en país por culpa de guerra tras guerra) como melancólica. En ella dos cómicos heridos profundamente por los traumas de la Guerra Civil regresan a los escenarios de los pueblos de España en plena dictadura franquista... y acompañados por un niño también mermado por culpa de la guerra.

A nivel de realización la cinta resulta impecable; con una fotografía que cuida la escasa iluminación de la post-guerra con elegancia y que opta por unos tonos ocres muy sutiles y medrados, con una elección de encuadres de lo más acabada, una edición completamente rigurosa, y unos cuidados y gustosos escenarios. La temática de la cinta además resulta prometedora (me refiero al ambiente circense y del mundo del espectáculo, porque el hecho de estar ambientada en la Guerra Civil... es un tema más resobado y manido en el cine español que los espectadores han llegado (y con razón) al hartazgo).

Sin embargo y por desgracia "Pájaros de papel" no es la quintaesencia del cine sobre el espectáculo en directo (hasta "Dumbo" (1941) es capaz de erizar más los pelos del espectador cuando salen sus payasos y se despliega una carpa circense). En el tema a la oda sobre el mundo y el ambiente teatral y comediante... el film pudo dar muchísimo más, pudo haber resultado una elegía a la dimensión artística humana con un despliegue visual más elaborado, una composición plástica en su realización narrativa mucho más aguda y seductora (está claro que Emilio Aragón como director no es Tim Burton cuando nos sumerge con su protagonista en su trabajo circense en "Big Fish" (2003)), y unos números artísticos que resultaran más talentosos (con la aparición de Miliki y su talento musical... se ven más las carencias de los protagonistas del film en todos los minutos anteriores).

Por culpa de esta falta de distinción en todo lo que envuelve el universo sobre las tablas y entre ellas, la cinta pierde muchos enteros. Pues el 70% de su metraje se dedica a que veamos ensayos, actuaciones y momentos entre bambalinas que tienen un nivel de fascinación más bajo que cualquier actuación de "Got Talent" (con esto lo digo todo).

Pero no es el único punto débil (que no horroroso) del film. La cinta también lleva otras pesadas cargas bajo su espalda: una desproporción nada armónica entre presentación, nudo y desenlace que puede no solo distanciar al espectador, sino hacerle bostezar (ese nudo y desenlace atropellados que pedían mucha más atención y mimo, y esa presentación de personajes súbita (ojo como la cinta corta de un año a otro sin ton ni son cuando el film pedía a gritos saber de ese año del protagonista) chocan con el resto del film (cuyo metraje ocupa el 80%) sobre actuaciones y escenas de la rutina de los artistas protagonistas; el desequilibro es total y estropea una trama que, bien equilibrada y acompasada pudo destacar sobremanera. Otro lastre es el uso de la música extradiegética (cuando llega un momento emotivo en el film, la música sensiblera entra antes de tiempo y el film da la impresión de querer manipular al espectador... ¡esas cartas no se enseñan así!). Por otra parte está el casting del dúo Arias-Homar, actores absolutamente maravillosos... en el terreno dramático, pues sus números cómicos no logran ni levantar una sonrisa y su capacidad para la canción queda opacada en el final de la cinta con un Miliki a su nivel habitual. Tampoco son capaces de imprimir a sus personajes el carisma y la cercanía demandados (cosa que sí logra Carmen Machi con su secundaria de lujo).

Todo esto nos hace alejarnos del film, y es una pena porque la temática es muy interesante y el desarrollo en su guión resulta aceptable (tiene algún que otro momento sensiblero muy visto en el cine y poco esforzado o profundo, pero si se tiene la piel muy fina o el día "tonto", puede hacer soltar alguna lagrimilla... admito que no es mi caso) a pesar de cortar algunas partes de la trama sin necesidad o de presentarnos a personajes (no todos) de una o muy escasas dimensiones y ciertamente tópicos. Aun así el libreto sabe llevar estas situaciones con argucia y sutileza para que el film no caiga en lo completamente maniqueo.

¿Qué el guión pudo ofrecer muchísimo más y mostrar más dimensiones, garra, profundidad y mimo? pues sí (pero para eso ya están por fortuna "La lista de Schindler" (1993), "La vida es bella" (1997) o "El pianista"(2002)), pero no es el peor aspecto de la cinta. A la cinta lo que le falla es el ritmo, pues le cuesta evolucionar hasta su nudo donde mete la 5ª cuando está sobre una carretera comarcal.

"Pájaros de papel" no es un film horrible ni un desastre total (con la misma temática eso se lo dejamos a "Balada triste de trompeta" (2010)) y se deja ver con escasa atención gracias a la pertinente realización y a una trama que, aun habiéndose podido explotar y cuidar más, se pasea por el metraje con la suficiente dignidad y la necesaria sugerencia para con el espectador. Pero como cinta destacada dentro del cine... no lo es. Solo recomendable para los muy interesados en la temática de la Guerra Civil y el franquismo (los que aun no estén saturados de esta temática en el cine). Es la hermana pequeña de la muy superior "La niña de sus ojos" (1998).

Lo mejor: Carmen Machi y Miliki con sus personajes. La primera aporta a su personaje la dosis de cercanía, carisma, naturalidad y tragicomedia que tanto pedían a gritos el resto de personajes. La fotografía a nivel general, los encuadres y la desenvoltura en el plano/contraplano.
Lo peor: La desproporcionada cadencia de la película (la trama se sucede como un coche conducido por un novato... a trompicones asimétricos. El uso de la música extradiegética que edulcora la cinta de forma no demandada.
Spark
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