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Voto de artacho:
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38.450
Thriller
Basado en el libro de Ben Mezrich "Bringing Down the House: The Inside Story of Six M.I.T. Students Who Took Vegas for Millions". Crónica de las andanzas de un grupo de jóvenes expertos en triunfar en los casinos. Ben Campbell (Jim Sturgess), un tímido y brillante estudiante del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), recurre a los naipes para poder pagar la matrícula de la universidad. Se le presenta, además, la ... [+]
24 de abril de 2008
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Robert Luketic lleva a las pantallas el libro de Ben Mezrich contando la historia de Ben Campbell (Jim Sturgess) un estudiante extraordinario que al cumplir los 21 está a punto de alcanzar su meta, entrar en Harvard. Únicamente el dinero y su escasa vida social le separan de la plenitud, carencias para las que encontrará solución en Las Vegas, jugando al Black Jack.
Cinta demasiado gris en cuanto a calidad a la que lo único que no se le puede negar es su capacidad de entretenimiento, especialmente para todos aquellos que somos afines y nos sentimos más que atraídos por el juego y el romanticismo de su capital, Las Vegas. La fotografía y el enfoque matemático del juego es la vez lo mejor y lo peor de la cinta. El par de planos de calidad en las mesas o de los hoteles, se ve posteriormente eclipsado por patéticas escenas en la que, sin éxito, se les quiere dar a estos chicos un aire similar al equipo de Danny Oceans, quebrantando el poco glamour que sus actores transmitían. Tampoco juegan bien su otra baza, la del aparato matemático. Pese a empezar bien al presentarnos un sistema de recuento de cartas con el que poder ganar al casino, y una prometedora conversación sobre la variable aleatoria, inexplicablemente dejan demasiada oscuridad sobre el sistema, centrándose en absurdas reglas nemotécnicas para saber “como va la cuenta” que resultan poco atractivas para el espectador.
En cuanto al reparto solamente podemos destacar a Spacey, con una notable interpretación y a Kate Bosworth, esta última sólo por su belleza. El guión, demasiado flojo y previsible. Pese a estar basada en hechos reales, transmite la sensación de ser demasiado quimérico, tal vez por la caracterización poco acertada de sus personajes y por la falta en el cuidado de los detalles. Os invito a verla y a jugar a adivinar el final, acertareis seguro.
Cinta demasiado gris en cuanto a calidad a la que lo único que no se le puede negar es su capacidad de entretenimiento, especialmente para todos aquellos que somos afines y nos sentimos más que atraídos por el juego y el romanticismo de su capital, Las Vegas. La fotografía y el enfoque matemático del juego es la vez lo mejor y lo peor de la cinta. El par de planos de calidad en las mesas o de los hoteles, se ve posteriormente eclipsado por patéticas escenas en la que, sin éxito, se les quiere dar a estos chicos un aire similar al equipo de Danny Oceans, quebrantando el poco glamour que sus actores transmitían. Tampoco juegan bien su otra baza, la del aparato matemático. Pese a empezar bien al presentarnos un sistema de recuento de cartas con el que poder ganar al casino, y una prometedora conversación sobre la variable aleatoria, inexplicablemente dejan demasiada oscuridad sobre el sistema, centrándose en absurdas reglas nemotécnicas para saber “como va la cuenta” que resultan poco atractivas para el espectador.
En cuanto al reparto solamente podemos destacar a Spacey, con una notable interpretación y a Kate Bosworth, esta última sólo por su belleza. El guión, demasiado flojo y previsible. Pese a estar basada en hechos reales, transmite la sensación de ser demasiado quimérico, tal vez por la caracterización poco acertada de sus personajes y por la falta en el cuidado de los detalles. Os invito a verla y a jugar a adivinar el final, acertareis seguro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Justifico la falta de detalles en los cambios de personalidad tan abruptos e incoherentes que sufren los personajes, en lo tremendamente sencillo que resulta convencer al profesor para tenderle la trampa, en lo cantoso de los gestos y lo ridículo de los disfraces, en el propio protagonista y en su repudio con los bancos....