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España España · Granada
Voto de artacho:
4
Acción En un intento por encajar en la nueva ciudad, Jack Tyler (Sean Faris) acepta la invitación de su compañera Baja (Amber Heard) para acudir a una fiesta, en la que acaba inmerso en una dura pelea. Después de ser vencido y humillado por Ryan McDonald (Cam Gigandet), un compañero le habla de un deporte conocido como Mixed Martial Arts (MMA) y le presenta a su mentor, Jean Roque (Djimon Hounsou) que lo acoge bajo su tutela. Con Jean ... [+]
17 de abril de 2008
60 de 90 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jack Tyler (Sean Faris) pese a su apariencia de chico bueno, es un adolescente conflictivo dado a meterse en peleas y fácilmente irritable cuando le nombran a su padre, fallecido recientemente en un accidente del que él se siente culpable. Jack tiene que cambiar de ciudad y en su nuevo instituto conoce a Baja Miller (Amber Heard), quien le invita a una fiesta trampa en la que acaba machacado por su novio Ryan McCarthy (Cam Gigandet). Humillado y dolido, Jack decide apuntarse a las clases que imparte Jean Roque (Djimon Hounsou) de Mixed Martial Arts (MMA) para poder iniciar su venganza.

Cinta cargada de tópicos y dirigida a un público tan concreto como amplio: Chulos de playa, macarrillas de barrio y chicas adolescentes con problemas para controlar sus hormonas y deseosas de colgar los posters de los actores sin camiseta. Para el que se sienta identificado con este público, tal vez esté ante una de las películas del año y quizás salga con más ganas que nunca de ir al gimnasio a machacarse para luego poder darle una paliza a alguien y así impresionar a su "jessy".
Lo único que no se le puede negar a la película es su capacidad de entretenimiento, a pesar de no sentirme identificado con el grupo social anteriormente descrito, reconozco que las casi dos horas de duración de la cinta no se hicieron pesadas. Técnicamente hablando es insuficiente en todos sus aspectos, especialmente en el guión donde los guionistas demuestran estar al mismo nivel intelectual que sus personajes. De la interpretación sólo puede salvarse una notable actuación de Djimon Hounsou y una mediocre de Cam Gigandet.

Aún así, lo peor de la cinta sin duda es la parte ética en la que los personajes intentan justificar los motivos por los que luchan. Estos son tan absurdos que para poder sostenerse tienen que introducir una serie de secuencias melodramáticas de conversaciones familiares, recuerdos del pasado, seres queridos muertos y demás verborrea tan soporífera como patética. Lo peor de esta filosofía cargada de frasecitas a lo "Nunca te rindas, lucha para ganar y alcanzarás la gloria" es que acaba aplastando al resto de posturas mucho más sensatas y cívicas, haciendo una irrisoria apología de la lucha preventiva como solución de los problemas. Todo ello, en un ambiente de niños ricos y mansiones al más puro estilo "The OC" para hacer el pleno en disparates.
artacho
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