Sé que peco de demasiado fino hablando y cada vez que me paseo por cada red social o escucho a la gente hablar me doy cuenta, pero es como soy y que salga esta crítica como tenga que salir. “Stockholm” es inesperada y atrayente, sobre todo, a su primera mitad, ya cuando el personaje de Javi Pereira se pone borde porque ella no se deja besar ya empieza a cargar la película. Sin duda, el alma de la película es Aura Garrido, dulce, débil, nerviosa, entregada a amar… Porque nunca fue amada, y quiere que la amen y detrás tiene el problema de que está como está y desde un primer momento le ves, le ves algo, pero no llega a verse nada del todo hasta su final. Una historia que deriva en una mañana cruda, donde ella se pone algo pesada… (sin dejar de ser dulce), y se lia un poco la cosa. Los personajes son creíbles y bien construidos, hay muchos clichés como la forma en la que se dicen las cosas íntimas, en la que él es súper entregado, como son falsamente encantadores. Mira, los personaje están bien, pero los actores no actúan bien, ni están bien dirigidos… La historia es realizada en un momento y desarrollada en un momento. Dulcemente se deriva todo en un final como el que es. Un final poético, mientras yo escucho como dos novios agitanados, se pegan voces en la calle. Que bello es el mundo del cine, como de dulce puede ser una mujer como Aura Garrido y de encantador Javi Pereira… Y nada más.