Estimulante thriller político construido alrededor de un suceso que en su día conmocionó al mundo.    La película se adentra en un mundo oscuro, complejo y tan cargado de podredumbre como de humanidad, con unos personajes enfrentados a unos conflictos mucho más grandes que su capacidad para controlarlos.  El guión entreteje con gran habilidad diferentes tramas dando al espectador una visión amplia que le permite entrar en la historia desde caminos distintos siendo todos ellos muy apetecibles.
 
La interpretación de los actores se convierte en uno de los logros más evidentes. Todos ellos repletos de matices, de emoción y aportando las motivaciones y las razones de cada uno de sus personajes.  Motivaciones que consiguen transmitir hasta conseguir que las hagamos nuestras.   Tiene además la riqueza añadida de la multitud de acentos que conviven en esta historia y que los distintos orígenes de los actores (ingleses, mexicanos, españoles .., entre otros) contribuyen a dibujar en un despliegue que da vida y credibilidad a la época y el relato. 

La película tiene una gran solidez narrativa y discurre con un tempo medido y firme además de enormemente eficaz.  Hay en ella algo que remite al cine clásico, tal vez las texturas, la limpieza y honestidad de su planteamiento, la definición de los personajes o la capacidad para crear tensión con elementos puramente cinematográficos.  Que esté inspirada en hechos reales es lo que al final menos importa, su principal valor está en la verdad y credibilidad que transmite cada una de sus imágenes.

Una película sorpresa que acierta al desplegar ese mosaico de personajes y de lecturas de uno de los sucesos más oscuros y trascendentes de la historia reciente.