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España España · Mexico
Voto de Alfie:
8
Drama. Bélico Segunda Guerra Mundial. Estando Roma ocupada por los nazis, la temible Gestapo trata de arrestar al ingeniero Manfredi (Marcello Pagliero), un comunista que es el líder del Comité Nacional de Liberación. Pero en la redada Manfredi consigue escapar y pide ayuda a Francesco, un camarada tipógrafo que en unos días se casará con su novia Pina (Anna Magnani), una viuda con un niño. Además el cura de la parroquia, Don Pietro (Aldo Fabrizi), ... [+]
22 de diciembre de 2009
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Inicia Rossellini una corriente fantástica y maravillosa en la historia del cine: en Neorrealismo. Un estilo que supuso un antes y un después en el oficio de contar historias a través de la pantalla, ejerciendo una influencia tan feroz en el posterior desarrollo de este arte que podemos afirmar con determinación que estamos ante una de las obras claves y fundacionales del cine tal y como lo entendemos hoy en día. Como ferviente seguidor de Di Sica y su Neorrealismo desarrollado hasta la perfección, solo puedo alabar y admirar esta obra maestra de Rossellini y reconocerla como primer paso y definitivo para todo lo que vendría después y que tanto amo. Haciendo un símil futbolístico: es como ver el fútbol de Pep. No se puede entender sin haber sido encandilado por las lecciones solemnes que a principio de los noventa nos regaló Johan y su Dream Team.


Y como suele suceder perennemente en los destellos sobresalientes que de vez en cuando asoman en la mente de unos pocos privilegiados, todo nació por las circunstancias. Terribles y dichosas circunstancias. Dichosas porque somos egoístas y disfrutamos sin cesar con este cine. Y terribles porque siendo realistas, y que menos hablando de lo que estamos hablando, aquella tuvo que ser una época dura, muy dura. Y ante esto, la situación más adversa, emerge de nuevo el hombre, el cineasta, para sacar todo su talento y superar lo que en un principio parece ser el momento ideal para “hacer cualquier cosa menos una película”. El hambre, la destrucción, la desolación, el abandono, el pesimismo y toda clase de inclemencias sociales, políticas y económicas, no fueron impedimento, sino más bien acicate, para que un grupo de cineastas hicieran del cine pura artesanía.


Con unas cuantas cámaras, con una Roma destruida como escenario, con un guión confeccionado por un puñado de historias reales acaecidas unos meses antes durante la ocupación nazi, con la participación de solo un par de actores profesionales o con la ausencia de cualquier cosa parecida a lo que hoy en día entendemos por medios, Rossellini filma una película cumbre que hará las delicias de todo buen aficionado de ayer, de hoy y de siempre. Escenas con un montaje exquisito, personajes con una complejidad natural enorme y desenlaces que quedan grabados en la retina para siempre. Esto y mucho más (lean, lean, lean) es “Roma, Cittá Aperta”. Un antes y un después, un FILM MAYOR que mira desde su cúspide, la más alta, a todos los que aspiran al menos a respetar su legado. Bravo.
Alfie
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