Imposible hablar de este magnifico trabajo de Adam McKay sin mencionar la política americana y la de todo el mundo “civilizado”. imposible porqué cuando se habla del poder éste no tiene ideología, es PODER y el poder corrompe y cuando es poder absoluto corrompe absolutamente. Y en este trabajo impresionante de este diseccionador de la vida americana que es McKay vemos la historia de un personaje vivo que ignoro si ha visto este retrato que le han hecho pero que debe estar muy preocupado por vivir en un país con tanta libertad como es Estados Unidos dónde nada queda oculto.
La línea narrativa escrita y dirigida por el autor de LA GRAN ESTAFA es tan exhaustiva que parece un documental y los actores están tan bien caracterizados y dirigidos que deberían estar en todas las listas de premios del año. Bale vuelve a dar un recital interpretativo en el papel más complejo de su carrera. Amy Adams impresiona como la esposa del Vice. Carel como Donald Rumsfield tiene el gesto perfecto para alguien a quien el gran público solo conoce por el nombre y Sam Rockwell borda a ese presidente por herencia que fue George Bush hijo. Pero es que TODOS están bien en esta comedia histórica que logra hacerte sonreír a pesar de que no tiene la más mínima gracia el saber que el mundo está en manos de ineptos manejados por lobbys y multinacionales. Da igual la ideología...se trata del poder, del PODER.
Recomendable para espíritus libres que no estén dominados por la ideología. Muchos ciegos que no quieren conocer la verdad podrán llegar a pensar que los involucrados en esta película son unos rojazos...no sé si lo son pero si que demuestran ser unos ARTISTAS con mayúsculas.