Volvemos atrás al Egipto de 1905, un escenario donde André nunca pudo haber estado, donde un hechicero que luego descubriremos que ha vivido entre 200 y 300 años está robando a los Dioses de Egipto el Secreto de la Vida. Decide escaparse a Francia donde conoce al joven André al que decide traspasar el Secreto, antes de que tres malvadas momias lo maten (a él y, como daño colateral, a todos los amigos de André).

Hasta aquí ya he contado casi toda la película, ya que ésta no va precisamente a un buen ritmo; pero no importa, es el tercer acto lo que hemos venido a ver, donde André contraataca con sus recién creadas marionetas y consigue vencer a las tres momias. Y no mola demasiado, porque las susodichas marionetas no hacen mucho más que subirse a la chepa de los antagonistas y morderles e intentarles pinchar con sus pequeños brazitos. Uno se pregunta cómo han conseguido vencer.

También hay una subtrama medio cocinada sobre el interés amoroso de André, que es la hija de un diplomático y que no creo que sea importante en otras entregas de la serie, aunque puedo estar equivocado.

Las marionetas principales en esta entrega no son las mismas que en las demás, sino versiones más crudas, de ahí el título, "Retro Puppet Master". La película termina con el viejo André de 1944 prometiéndole a sus marionetas "nuevas" que ya les contará en otra ocasión cómo llegó a perder las versiones "viejas" y cambiarlas. Así que encima esto termina con un cliffhanger que sé que nunca se ha llegado a resolver, ya que las "Retromarionetas" no aparecen en ninguna otra entrega.

La siguiente en órden cronológico es "Puppet Master III: Toulon's Revenge", que tiene lugar en 1941. Hay quien dice que es la mejor de la serie, veremos qué tal.