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Voto de Pedro Triguero_Lizana:
8
Drama Julio (Bembol Roco), un pescador, viaja a Manila en busca de su amor perdido, Ligaya (Hilda Koronel). Entra en una obra y descubre las injustas prácticas laborales, condiciones laborales peligrosas y distintas tendencias políticas entre sus compañeros. Se ve mezclado en una red de prostitución masculina, descubriendo que Ligaya trabaja en un burdel. Considerada la mejor película filipina de todos los tiempos. (FILMAFFINITY)
15 de julio de 2015
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine filipino es muy difícil de ver, al menos en DVD, y en España, por lo que aproveché la proyección, en la Filmoteca Española de Madrid, de una versión restaurada de "Maynila sa mga kuko ng liwanag" (1975), película dirigida por Lino Brocka, y considerada por algunos (por lo menos aquí en Filmaffinity) como la mejor obra de la historia del cine filipino. Julio Madiaga (Bembol Roco, acreditado en los títulos como Rafael Roco) es un joven pescador de la isla de Marinduque que se marcha a la capital, Manila, en busca de su novia, Ligaya Paraíso (Hilda Koronel), desaparecida al cabo de unos cuantos meses. En esos meses de búsqueda, en los que todas las pistas irán llevando a Julio a la evidencia de que su novia ha caído en las manos de una red de prostitución, el joven provinciano sobrevivirá a duras penas trabajando en la construcción, e incluso se prostituirá también él mismo, teniendo sexo con hombres.

La historia nos presenta así a un entorno rural, en "flashbacks", tal vez idealizado por el mismo protagonista en sus recuerdos; un mundo rural en el que es posible la inocencia, una inocencia que pierden tanto Ligaya como Julio en el entorno urbano de Manila, que, por comparación, aparecen como un infierno. Un infierno que bien sirve para presentar las inevitables y habituales circunstancias de pobreza, hacinamiento, explotación laboral, degradación moral, soledad, y hasta desesperación, presentes en cualquier gran ciudad del Tercer Mundo. Julio es consciente de todo ello: es consciente de que malvive, y de que es explotado como albañil, pero todo lo soporta con tal de encontrar a su amor perdido.

Lino Brocka se sirve de esta narración para describir los recovecos físicos, psicológicos y morales de la gran ciudad, centrándose en la vida de la clase obrera filipina y de las capas más desfavorecidas de la sociedad filipina de su tiempo: la forma en que viven, comen y duermen, los trabajos que tienen, cómo son explotados sin piedad por los más poderosos -las malas condiciones de trabajo en la construcción, la muerte de un albañil, el fraude que supone el sueldo que reciben, la corrupción de la Policía, todo ello forma un vigoroso cine de denuncia social- así como sus aspiraciones, sus sueños, sus renuncias, sus miedos...Manila se configura así como un entorno confuso, peligroso, violento, en el que los amigos o los seres queridos pueden desaparecer de la noche a la mañana, y en el que hay un sistema que juega siempre a favor de una élite de poderosos, a favor del poder del dinero, de la corrupción generalizada. Es significativa al respecto una escena en la que Julio es detenido por un policía que en realidad sólo es un ladrón que quiere robarle.

Aunque tal vez sobran planos románticos a la orilla del mar, es sin duda una obra valiosa, sólida e interesante, con curiosos puntos de contacto con largometrajes estadounidenses cercanos en el tiempo como "Cowboy de medianoche" (Midnight Cowboy, 1969), de John Schlesinger, o "Taxi Driver" (1975), de Martin Scorsese.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Pedro Triguero_Lizana
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