Haz click aquí para copiar la URL
Canadá Canadá · Terranova
Voto de Vfoul:
7
Thriller. Intriga. Drama Un joven escritor de Nueva York es enviado a la sureña localidad de Savannah para informar sobre la prestigiosa fiesta de Navidad de un adinerado y excéntrico personaje local llamado Jim Williams. Cuando éste se ve implicado en un turbio caso de asesinato, entonces el escritor decide investigar por su cuenta lo ocurrido, lo que le permitirá conocer a fondo el ambiente y los estrafalarios personajes del lugar. (FILMAFFINITY)
30 de junio de 2010
75 de 83 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Medianoche en el jardín del bien y del mal” es una de las más atípicas y pintorescas películas que haya rodado Clint Eastwood, quizás por este motivo sea una de las más incomprendidas de toda su filmografía, seguramente todos sus seguidores esperaban un film de acción y aventuras. Evidentemente se encuentran con una magnífica historia totalmente diferente, basada en un best-seller de “John Berendt” ambientada en Savannah, una ciudad hermosísima y de rancio abolengo sureño y que a nuestro admirado Clint, le sirve para diseccionar una sociedad anclada en la tradición y con fuertes perjuicios arraigados durante generaciones, una latente división entre blancos y negros, entre unas clases y otras, con costumbres ancestrales como los ritos de vudú.

Desde luego el reparto (como ya nos tiene acostumbrados Eastwood) es de un nivel altísimo, por un lado tenemos a John Cusak en el papel de un periodista neoyorquino que viene a Savannah para cubrir la fiesta de Navidad, que anualmente da el mecenas “Jim Williams” en su espléndida mansión y rodeado de sus “espléndidos amigos”, personaje culto y refinado, magníficamente interpretado por Kevin Spacey. Jude Law, en una breve pero brillante intervención, como Billy “colaborador” de Williams. Todos y cada uno de los actores nos realizan una especie de descripción simplemente con verlos actuar, sin necesidad de presentaciones. El misterio que esconde el personaje de Jim es un auténtico lujo, es una maravilla como Clint juega con su forma de interpretar para reflejarnos con miradas lo infinito que esconde su personaje. Un personaje que esconde todo tipo de mentiras, con el hándicap de una sexualidad que si la presenta como verdad puede causarle varios problemas y abandonos. Y él lo sabe.

Todos estos guiños cinéfilos rebosantes de calidad se acompañan de una música excelente de Lennie Niehaus a base de jazz y blues, una fotografía genial de Jack N. Green, y si a todo ello le añadimos la compañía de “Lady Chablis” y de la críptica Minerva, nos encontramos delante de una película magnífica, que nadie debería perderse.
Vfoul
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow