Barry Levinson nos expone en la pantalla, los hechos sucedidos en uno de los barrios marginales de Nueva York, en donde se confunden las culturas habidas y por haber, y dominados tanto por la mafia (aquí representada por King Berry, espléndida actuación de Vittorio Gasman), como por la Iglesia (a través del Father Bobby, magnífica actuación de Robert De Niro).

Durísima película la que nos presenta Barry Levinson, basada en el best seller (Sleepers) de Lorenzo Carcaterra, que generó mucha polémica en EE.UU, en donde siempre negaron toda relación con los hechos mencionados en su libro. Lorenzo Carcaterra, que los vivió personalmente, siempre ha mantenido la veracidad de todo lo sucedido.

Magnífica dirección del mencionado Levinson, que nos demuestra su maestría en la dirección de actores, pues aparte de los dos antes nombrados, no podemos olvidar (unas actuaciones soberbias de Kevin Bacon y Dustin Hoffman), y asimismo el trabajo de Brad Pitt, Jason Patric, Billy Crudup, Ron Eldard, Minnie Driver, Brad Renfro, Bruno Kirby, etc.

Si a todo lo dicho, le añadimos la composición musical original de John Williams, que le valió ser nominado al Oscar, se consigue una película notable, de denuncia social y en donde al espectador cinematográfico no puede dejarle al margen, pues le enfrenta al odio más absoluto, y con la disyuntiva de que los hechos no pueden quedar impunes aunque para ello haya que llegar al límite.

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