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Voto de Sara:
6
6,9
6.583
Thriller. Drama
Rodada en un único plano secuencia, el film tiene como escenario el famoso barrio berlinés de Kreuzberg. La cámara es testigo de todo lo que le pasa a la joven Victoria, una joven española de Berlín, durante dos horas de su vida: desde las cuatro de la mañana hasta las seis: desde que conoce a cuatro jóvenes para los que la noche acaba de empezar, y cómo en ese breve periodo de tiempo le suceden cosas que darán un giro total a su vida. (FILMAFFINITY) [+]
18 de octubre de 2015
69 de 87 usuarios han encontrado esta crítica útil
Victoria es una chica que fácilmente puede representar a muchos jóvenes españoles que, por desgracia, han tenido que emigrar a Alemania para ganarse la vida con un trabajo que aquí no encuentran; que se hallan solos en una ciudad que no conocen y cuyo idioma no hablan. Victoria (que tiene una alarmante tolerancia a los chupitos de vodka) sale de una discoteca tecno y se encuentra con unos berlineses muy divertidos y muy ebrios con los que cuaja bastante bien. Victoria solo necesita compañía y diversión, necesita alejarse de su soledad, así que pasea un rato con ellos, en especial con Sonne, quién claramente lidera a su grupo de amigos. Se ríen, hacen el tonto sobre la bici de ella, hacen cualquier cosa que solamos hacer cuando andamos un poco tocados a las cuatro de la madrugada, y ambos actores se desarrollan con una naturalidad admirable.
Victoria sube a una azotea con los chicos y se asoma peligrosamente al bordillo, asustando un poco a Sonne. Al parecer, es una chica que necesita un poco de adrenalina, ¿no? Victoria comparte un momento íntimo con ellos, cuando entre susurros muy respetuosos hacia el sueño de los vecinos, uno de los amigos explica que estuvo en la cárcel. Luego, Victoria dice que tiene que marcharse a abrir la cafetería en la que trabaja, y Sonne la acompaña. Entre ellos dos hay una complicidad bellísima; se miran, se sonríen, se gastan bromas, y se sienten cómodos el uno con el otro en una escena que, de tan natural y fresca, asusta; una escena que culmina cuando, después de tocar el piano de la cafetería de forma magistral, Victoria le confiesa a Sonne su fracaso en el conservatorio de piano, mostrándonos su fragilidad y sus frustraciones.
Y cuando termina esta preciosa escena, también lo hace todo lo bueno de la película.
Victoria sube a una azotea con los chicos y se asoma peligrosamente al bordillo, asustando un poco a Sonne. Al parecer, es una chica que necesita un poco de adrenalina, ¿no? Victoria comparte un momento íntimo con ellos, cuando entre susurros muy respetuosos hacia el sueño de los vecinos, uno de los amigos explica que estuvo en la cárcel. Luego, Victoria dice que tiene que marcharse a abrir la cafetería en la que trabaja, y Sonne la acompaña. Entre ellos dos hay una complicidad bellísima; se miran, se sonríen, se gastan bromas, y se sienten cómodos el uno con el otro en una escena que, de tan natural y fresca, asusta; una escena que culmina cuando, después de tocar el piano de la cafetería de forma magistral, Victoria le confiesa a Sonne su fracaso en el conservatorio de piano, mostrándonos su fragilidad y sus frustraciones.
Y cuando termina esta preciosa escena, también lo hace todo lo bueno de la película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Por qué… ¿qué le pasa a Victoria? Es una pregunta seria, ¿qué le pasa por la cabeza? Victoria parece una chica bastante aniñada e inocente, que se siente sola y un poco desamparada, pero por otra parte parece que necesita emociones fuertes... ¿es por eso por lo que no se piensa las consecuencias que puede tener para ella el conducir un coche robado? ¿Es por eso que una chica que parece tan naif no piensa qué puede suceder si acompañas a un ex presidiario y a sus amigos en un coche robado a un parking donde “alguien malo” les espera? ¿Es por eso que Victoria no se asusta cuando ve al primer tío armado? ¿Es por eso por lo que Victoria no se echa a llorar cuando dos alemanes de dos metros cúbicos armados con semiautomáticas le ponen las manos encima? ¿Es por eso por lo que una chiquita estudiante de conservatorio decide súbitamente hacerse piloto de huidas en un golpe a un banco organizado en diez minutos de reloj? ¿Es por eso por lo que huye de la policía, esquiva balas y secuestra a un bebé? Vamos hombre, ¡vamos! ¡¡Que la cocaína no da para tanto!!
La película funcionaría muchísimo mejor si el personaje de Victoria se nos presentase de una forma distinta o, como mínimo, si a medida que el film avanza, la protagonista fuese mostrando evidencias y razones por las cuales se mete en un lío digno de una peli de los hermanos Coen. Pero no: lo único que vemos es a la misma chica en unas situaciones exageradas en las que la policía berlinesa, por cierto, queda a la altura del betún.
De este modo, una película que en la primera parte parece que está arrancando algo bastante bueno, íntimo y delicado se queda en un thriller igual de simplón que la misma protagonista y cuyo único mérito recae en haber sido rodada en un plano secuencia, cosa que se ha hecho tanto últimamente que empieza a perder la gracia. En definitiva, Victoria resulta ser una película normal y corriente, un thriller que entretiene pero que dista mucho de ser lo que se nos prometió a los que fuimos a verla a Sitges.
La película funcionaría muchísimo mejor si el personaje de Victoria se nos presentase de una forma distinta o, como mínimo, si a medida que el film avanza, la protagonista fuese mostrando evidencias y razones por las cuales se mete en un lío digno de una peli de los hermanos Coen. Pero no: lo único que vemos es a la misma chica en unas situaciones exageradas en las que la policía berlinesa, por cierto, queda a la altura del betún.
De este modo, una película que en la primera parte parece que está arrancando algo bastante bueno, íntimo y delicado se queda en un thriller igual de simplón que la misma protagonista y cuyo único mérito recae en haber sido rodada en un plano secuencia, cosa que se ha hecho tanto últimamente que empieza a perder la gracia. En definitiva, Victoria resulta ser una película normal y corriente, un thriller que entretiene pero que dista mucho de ser lo que se nos prometió a los que fuimos a verla a Sitges.