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España España · madrid
Voto de tiznao:
9
Thriller. Drama Tras una estancia en los Estados Unidos, Henri Ferré, alias "Le Nantais", regresa a París para reorganizar el negocio de la droga. Su colaborador, Paul Liski, le encuentra una tapadera, un bar llamado "Le Troquet". (FILMAFFINITY)
30 de abril de 2013
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Esta película muestra bajo la cruda luz de la verdad un mundo implacable y violento desconocido hasta ahora. El objetivo de los autores es que las siguientes imágenes prevengan a quienes por debilidad o ignorancia puedan ser un día víctimas de esta peligrosa lacra: LA DROGA"; con esta leyenda abriendo la película antes de los títulos de crédito iniciales, la cosa despide un fuerte aroma a esas películas de furibundo y bizarro mensaje antidroga rodadas en el segundo tercio del siglo pasado (véase entre otras, la argentina, “Marihuana 1950", su medio remake español, "Humo de Marihuana 1968", y aquel divertidísimo "drama educativo" llamado, "Reefer Madness, Tell Your Children! 1938"), ahora con los franceses como responsables.

Pero es ver a Jean Gabin bajando a suelo francés del avión que le traía de Estados Unidos, como su visita se debe a cumplir con el encargo del escurridizo capo Paul Liski (Marcel Dalio), que ha aceptado hacerse con el control del tráfico de drogas ya que el anterior boss (un tal "El Bosco"), ha sido abatido por ráfagas de metralleta en un enfrentamiento (según vemos en la página de un periódico), a la policía parisina advertida de su presencia haciéndonos saber que se trata de Henri Ferré "El Nantes", y la magnífica fotografía en que viene envuelta la película, y aparca uno toda prevención apuntada en el primer párrafo, se pone cómodo en el sofá, endereza las orejas, y se predispone a disfrutar de una jugosa función.

"El Nantes" Gabin bajo la tapadera de propietario de un restaurante piano bar, iniciando y manteniendo un idilio con Lisette (Magali Noël), la guapa cajera del mismo, y primero poniéndose al día de sistemas de importación, procesado y reparto de la droga, después supuestamente aplicando con destreza unos procedimientos que aumentan los beneficios, y finalmente arrojando fuera de si toda sospecha en cuanto a la captura de un alijo en el puerto de Le Havre de 40 Kilos preparados por él con destino a su jefe en América, un tal Big Rosillo, con un fiero enfrentamiento con los policías que le estabas interrogando tras haber sido detenido en una redada en el restaurante (ambas, redada en el restaurante y pelea en comisaría, ásperas, recias y hasta divertidas), todo ello con la policía vigilando, y la pareja de gangster formada por el duro Roger el Catalán y el viscoso Bibi (Lino Ventura y Albert Rémy), aunque supuestamente a las ordenes de "El Nantes", evidenciando recelos y prevención en su relación con él.


Con estos ingredientes, adaptación de una novela escrita por Auguste Le Breton, el tipo de cuyas novelas surgieron las tramas de, nada más y nada menos, las posteriores "Rififi 1955" y "El clan de los sicilianos 1969" (también coguionista, y con un breve cameo en el que es presentado como Auguste Le Breton, propietario de un casino ilegal), cocinados por un sobrio, acertado, y enérgico Henri Decoin de forma seca, enérgica, y descriptiva, tanto en ese retrato de escalafón de la organización delictiva, métodos de distribución, y tipología de ese ambiente (se muestran de forma cuasi documental, dejando la impresión de una buena documentación de ese submundo), como diálogos y escenas de acción (magnifico uso de sombras y contrastes y magnifica fotografía, especialmente en las que cierra la trama), estamos ante un notable thriller noir, perfecto ejemplo de ese polar francés pre "nouvelle vague", que bebiendo del cine negro americano, ha colocado alguna de esas producciones como clásicos intemporales, en el que las buenas actuaciones de un Jean Gabin en plena madurez como actor interpretando a ese equivoco "Nantes" a cuyo alrededor fluye toda la trama, un Lino Ventura confirmando en su segunda aparición cinematográfica las buenas sensaciones que nos dejo con su Ángelo en la excelente "No tocar la pasta 1954", Albert Rémy como su fiel acompañante en tareas de killer, Lila Kedrova luciéndose con un papel de enganchada hasta las cejas (casi que este personaje es el que más entronca con esa leyenda del comienzo de la función sobre el peligro de las drogas), la dulce y sensual francesita Magali Noël aportando el toque romántico, y un resto del casting dando vida de forma creíble al resto de personajes, redondean lo entretenido, serio, e interesante de la función, y hacen de ella, además de referencia indiscutible tras verla cuando hablemos de redadas por su camino, una de esas joyitas que no debería perderse cualquier aficionado al buen cine negro que se precie.
tiznao
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