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España España · madrid
Voto de tiznao:
6
Terror. Thriller El dueño de un night club de moda es asesinado a palos por los hombres de un gangster local, Morgan, al negarse a venderle su exitoso negocio. Su novia, Sugar Hill, fotógrafa de modelos, desconfiando de trabajo de la policía, emprende su propia venganza contra los gangsters contactando con una vieja sacerdotisa vudú, quien invocará al barón Samedi, un semidios que levantará una horda de esclavos muertos para ejecutar las órdenes de Sugar. (FILMAFFINITY) [+]
28 de agosto de 2009
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
No, no es Cleopatra Jones (Tamara Dobson), ni Foxy Brown (Pam Grier), su nombre es Diana “Sugar” Hill (Marki Bey), unos mafiosos que trabajan para el capo Morgan (Robert Quarry), han matado a su amado novio para apoderarse del exitoso night club (su número estrella es el que vemos durante los títulos de crédito iníciales) que regentaba y el cuerpo la pide cruel venganza, no sabe artes marciales ni tiene grandes contactos, PERO (así en mayúsculas), conoce a Mama Maitresse (Zara Cully), una vieja sacerdotisa voodoo, que ante las suplicas de que la eche una mano en la venganza, se pone manos a la obra de ipso facto, no sin antes preguntarla qué tipo de venganza quiere y Diana responderle que la más fuerte y poderosa que tenga, por lo que abandona la letanía y conjuros que había iniciado y se dirigen a un pantanoso cementerio donde invocan al señor de los muertos, un tipo alto con sombrero de copa e incisivos plateados que atiende por Barón Samedi (Don Pedro Colley), el cual se materializa de inmediato y tras las presentaciones de rigor acepta el encargo, suelta a grito pelado una llamada a los muertos y automáticamente estos se levantan de las tumbas, formando un pequeño ejército de zombies (tipo haitianos, sin aparente putrefacción, piel pálida, ojeras acusadas, cubiertos de telarañas, uñas largas y sucias y con los ojos opacos) con machete y quedando a disposición de la vengadora.
Todo esto a modo de presentación durante apenas 20 minutos de metraje, a partir de aquí con Sugar dirigiendo a los zombies (con la supervisión siempre cercana del Barón Samedi) sobre los objetivos (de uno en uno como mandan los cánones) y un antiguo novio policía investigando las muertes, tenemos una entretenida y divertida Black explotation que mezcla terror (“Blacula 1972” y su secuela “Dracula negro II”, “Experimento diabólico 1972” y alguna mas difícil de encontrar que hay por ahí es todo el bagaje del genero) y venganza (eje habitual de las tramas), ciñéndose a las reglas (racismo, imposibles peinados afro, escotazos, buena música y diálogos divertidos y secos) y conteniendo un variado surtido de muertes, que si bien bajo el punto de vista de gore, sangre y demás andan muy justitas, son realmente imaginativas, truculentas y resultonas (es una pena no haberse recreado más en la ejecución de estas, ni haber incluido algún que otro desnudo que tanto y tan bien acompañan a estas historias).
Sigue en spoiler por falta de espacio:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
tiznao
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