Martin Harris y señora (Liam Neeson y January Jones) aterrizan en Berlín con motivo de un congreso de biología del que nada sabemos en cuanto a tema a tratar, llegan al hotel, y mientras ella se está registrando, el, sin traspasar la entrada, se da cuenta de que le falta un maletín que vimos en las escenas iniciales como se lo dejaba en el carrito de las maletas al coger el taxi que les llevo al hotel, sube a otro taxi para ir en su busca, sufre un accidente a bordo del mismo en el que cae a un río, es salvado por la taxista (Diane Kruger) de morir ahogado instantes antes de que esta desaparezca de la escena del accidente, y tras despertar de un coma de 4 días en el hospital al que había sido trasladado, se encuentra confuso en cuanto a lo que paso, pero recuerda su nombre, el hotel, y el rostro de su mujer (mostrado esto último a través de desenfocadas escenas que asemejan recuerdos borrosos a consecuencia del trauma sufrido), por lo que bajo su responsabilidad logra que el médico le deje ir a tranquilizar a su esposa que se supone estará desconcertada por su ausencia esos 4 días.

Llegar al hotel, con evidentes huella en físico y comportamiento del trauma sufrido, y encontrarse a otro hombre (Aidan Quinn) suplantándole, y a la que vimos era su mujer negando conocerle, sume a Martin en un gran desconcierto y al espectador avisado le hace frotarse las manos ante la presumible hora y media de entretenimiento que queda por delante (apenas 15 minutos nos han puesto en situación) con otra de esas funciones de parecida premisa que al que esto escribe a poco que estén bien hechas le han proporcionado en su mayoría un rato más que entretenido ("Alarma en el expreso 1938" de Alfred Hitchcock , "Travesía peligrosa 1953" de Joseph M. Newman, "Extraño suceso 1950" de Terence Fisher, y la más reciente "Plan de vuelo: desaparecida 2005" de Robert Schwentke, son las que recuerdo haber visto), quedando tan solo esperar la acostumbradamente rocambolesca resolución que hará encajar las piezas, y que mientras esto ocurre sea capaz de mantener un buen suspense e interés en el espectador, cosa que a mi juicio aquí queda cumplido con creces.