Media votos
5,7
Votos
349
Críticas
274
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de Messer E Vork:
6
7,3
7.425
Intriga. Thriller. Comedia
En un país centroeuropeo, el tren Transcontinental Express sufre un gran retraso a causa del mal tiempo. Los pasajeros pernoctan en un pequeño hotel, donde Iris Henderson entabla conversación con una vieja institutriz inglesa, la señora Froy. Poco después de reanudar el viaje, Iris se da cuenta de la desaparición de la anciana, pero los demás pasajeros afirman que su amiga no existe y que ella ha sufrido una alucinación. (FILMAFFINITY)
5 de septiembre de 2011
62 de 71 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hitchcock se inventa el nevado país de Brandiquia para ambientar una de las últimas películas inglesas antes de cruzar el charco aHollywood. Desde luego, no hay que extrañarse de su marcha porque el orondo cineasta apuntaba maneras. Con un reparto muy solvente, encabezado por la guapa Margaret Lockwood y Michael Redgrave (ambos muy acertados en sus respectivos roles), nos muestra un conjunto de personajes de los que hasta se puede extraer alguna que otra lección (spoiler1).
La cinta comienza con una introducción de 25 minutos donde prima un tono cómico, aunque hay algunos ganchos de misterio para ir abriendo boca. Esta introducción es, en mi opinión, un poco excesiva y podría haberse reducido (por ej, quitando la escena en la que los dos ingleses coinciden en el cuarto con la criada, que no aporta demasiado y que, como chiste, tampoco es la panacea), aunque por lo demás está bastante bien. En el momento en que el tren se pone en marcha, empieza ya el misterio (aunque los toques cómicos seguirán siendo abundantes) y la mejor parte del film, cuando la pobre chica intenta encontrar a la señorita Froy, sin recibir más que negativas que cuestionan su cordura, con el único apoyo de su odiado y extrovertido ex-compañero de hotel (romance típico pero que no desentona). Una vez se descubren los interrogantes, la cinta empieza un ligero bajón, donde presenta una serie de fallos y faltas de acierto que detallaré en spoiler2, pero que no logran que esta deje de ser una obra muy interesante y que merece la pena verse, ya sea para pasar un buen rato o para ver los comienzos de Hitchcock.
Más críticas en:
https://unblogacincoalturas.wordpress.com/
La cinta comienza con una introducción de 25 minutos donde prima un tono cómico, aunque hay algunos ganchos de misterio para ir abriendo boca. Esta introducción es, en mi opinión, un poco excesiva y podría haberse reducido (por ej, quitando la escena en la que los dos ingleses coinciden en el cuarto con la criada, que no aporta demasiado y que, como chiste, tampoco es la panacea), aunque por lo demás está bastante bien. En el momento en que el tren se pone en marcha, empieza ya el misterio (aunque los toques cómicos seguirán siendo abundantes) y la mejor parte del film, cuando la pobre chica intenta encontrar a la señorita Froy, sin recibir más que negativas que cuestionan su cordura, con el único apoyo de su odiado y extrovertido ex-compañero de hotel (romance típico pero que no desentona). Una vez se descubren los interrogantes, la cinta empieza un ligero bajón, donde presenta una serie de fallos y faltas de acierto que detallaré en spoiler2, pero que no logran que esta deje de ser una obra muy interesante y que merece la pena verse, ya sea para pasar un buen rato o para ver los comienzos de Hitchcock.
Más críticas en:
https://unblogacincoalturas.wordpress.com/
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
S.1:
Es curioso que la prota sea la única que busca a la señorita Froy por humanidad, pese a que no la conoce de nada. El aventurero la ayuda, al inicio, más por galantería que por convencimiento en la existencia de Froy. Y el resto de los que no están en el ajo, a pesar de saber que ella existe, lo niegan. Y es que el ser humano es así, cuando ve que un problema que ni le va ni le viene puede fastidiarle si se mete, en la mayoría de los casos optará por no meterse y salvar sus intereses, ya sean capitales (ocultar un perjudicial adulterio) o insultantemente triviales (no perderse el cricket).
S.2:
Los protas saben que hay una conspiración en la que están altas esferas (una de las implicadas es una aristócrata de postín y está casada con un ministro). Deducen que el misterioso paciente vendado es Froy (porque la monja que está a su lado haciendo de enfermera no es tal, pues ninguna monja lleva zapatos de tacón alto). Parecen listos, pero no lo son, ya que acuden al doctor para que les ayude. Hijos míos, si la "enfermera" está en el ajo... ¿por qué no va a estarlo el médico?
La "monja". No me termina de convencer. Se supone que cuando se entera de que la persona a la que está vigilando es inglesa como ella y va a ser asesinada, traiciona a los que le pagan. Lo de que se entere de que va a ser un asesinato no cuela. Ella se ha metido lo suficiente en el tema como para saber que está participando en un secuestro. Podía haberse imaginado lo peor sin necesidad de que se lo confirmaran. Pero, sin embargo, se rebela cuando se entera de que Froy es inglesa, de hecho eso es lo primero que la contraría, con lo cual sus motivaciones parecen ser patrióticas y no humanitarias. ¿Hubiera hecho lo mismo si Froy hubiera sido búlgara?
Los villanos de rango, el doctor y la baronesa, tienen demasiados escrúpulos a la hora de mancharse las manos de sangre. El médico, que recordemos pretende asesinar a la señorita Froy en medio de una operación, en lugar de envenenar a los protagonistas lo que quiere es adormecerlos. Y, cuando ambos descubren que la monja les ha traicionado, en lugar de matarla la atan y amordazan, bajándose del tren a fin de que sean los soldados quienes hagan la escabechina. Y ¿por qué se bajan del tren? ¿No habría sido más sencillo quedarse armados y encañonar a los pasajeros ingleses, a fin de evitar que haya resistencia cuando sus soldados se acerquen? Aunque, claro, a ellos no les gusta mancharse las manos.
El tiroteo, que de pequeño era mi escena favorita, resulta tremendamente pobre visto a ojos de un adulto del siglo XXI. Puede que en los años 30 fuese un momento tenso y apasionante, pero lo cierto es que ha envejecido muy mal en comparación con el resto del desarrollo del film
Convertir al abogado adúltero y cobarde en un estúpido pacifista que aboga por rendirse y es asesinado en el intento me parece fuera de lugar.
Es curioso que la prota sea la única que busca a la señorita Froy por humanidad, pese a que no la conoce de nada. El aventurero la ayuda, al inicio, más por galantería que por convencimiento en la existencia de Froy. Y el resto de los que no están en el ajo, a pesar de saber que ella existe, lo niegan. Y es que el ser humano es así, cuando ve que un problema que ni le va ni le viene puede fastidiarle si se mete, en la mayoría de los casos optará por no meterse y salvar sus intereses, ya sean capitales (ocultar un perjudicial adulterio) o insultantemente triviales (no perderse el cricket).
S.2:
Los protas saben que hay una conspiración en la que están altas esferas (una de las implicadas es una aristócrata de postín y está casada con un ministro). Deducen que el misterioso paciente vendado es Froy (porque la monja que está a su lado haciendo de enfermera no es tal, pues ninguna monja lleva zapatos de tacón alto). Parecen listos, pero no lo son, ya que acuden al doctor para que les ayude. Hijos míos, si la "enfermera" está en el ajo... ¿por qué no va a estarlo el médico?
La "monja". No me termina de convencer. Se supone que cuando se entera de que la persona a la que está vigilando es inglesa como ella y va a ser asesinada, traiciona a los que le pagan. Lo de que se entere de que va a ser un asesinato no cuela. Ella se ha metido lo suficiente en el tema como para saber que está participando en un secuestro. Podía haberse imaginado lo peor sin necesidad de que se lo confirmaran. Pero, sin embargo, se rebela cuando se entera de que Froy es inglesa, de hecho eso es lo primero que la contraría, con lo cual sus motivaciones parecen ser patrióticas y no humanitarias. ¿Hubiera hecho lo mismo si Froy hubiera sido búlgara?
Los villanos de rango, el doctor y la baronesa, tienen demasiados escrúpulos a la hora de mancharse las manos de sangre. El médico, que recordemos pretende asesinar a la señorita Froy en medio de una operación, en lugar de envenenar a los protagonistas lo que quiere es adormecerlos. Y, cuando ambos descubren que la monja les ha traicionado, en lugar de matarla la atan y amordazan, bajándose del tren a fin de que sean los soldados quienes hagan la escabechina. Y ¿por qué se bajan del tren? ¿No habría sido más sencillo quedarse armados y encañonar a los pasajeros ingleses, a fin de evitar que haya resistencia cuando sus soldados se acerquen? Aunque, claro, a ellos no les gusta mancharse las manos.
El tiroteo, que de pequeño era mi escena favorita, resulta tremendamente pobre visto a ojos de un adulto del siglo XXI. Puede que en los años 30 fuese un momento tenso y apasionante, pero lo cierto es que ha envejecido muy mal en comparación con el resto del desarrollo del film
Convertir al abogado adúltero y cobarde en un estúpido pacifista que aboga por rendirse y es asesinado en el intento me parece fuera de lugar.