El señor Georges Méliès empieza a tomarse todo esto en serio y no solamente preocuparse de las apariciones y desapariciones de sus personajes, ahora empieza a dar un sentido argumental a sus ideas, sus historias empiezan a tener un argumento o un cierto orden pero es lo difícil, concentrar todo esto en unos cuantos minutos, adaptar una novela en unos minutos, es todo un reto, y un reto muy difícil.
Pero hay que decir que las cosas no le estaban saliendo mal, empezaba a dar forma a este arte que en cierta manera une con el teatro pues en muchos casos sus escenas son puramente teatral pero grabadas con cámaras.
El argumento se entiende y saber captar en cuatro o cinco escenas la idea central del cuento, sin duda, un gran logro para el séptimo arte.