La primera película de Fernando León no se parece nada al cine social que ha venido haciendo después, desde Barrio, pero aun así es una película excelente. Partiendo de la curiosísima premisa de un hombre que "alquila" una familia a su medida para el día de su cumpleaños León construye un relato sincero sobre las relaciones con esos seres humanos que son nuestros familiares, al tiempo que reflexiona sobre la absurdez de ciertos comportamientos humanos. y todo ello lo hace con su habitual sencillez, pero sin ese a veces molesto existencialismo del que ha hecho gala después. Los actores se manejan todos muy bien, en especial Chete Lera, Elena Anaya y por supuesto Juan Luis Galiardo.

Lo mejor: Los actores y la originalidad del guión.
Lo peor: Hay algo que falla, y a León se le da infinitamente mejor el cine social.