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Voto de Sibila de Delfos:
6
Drama El encuentro con un activista medioambiental y su esposa embarazada (Amanda Seyfried) radicaliza poco a poco la ideología de un pastor evangélico (Ethan Hawke), un antiguo capellán del ejército, todavía marcado por la muerte de su hijo en Irak, que dirige una pequeña iglesia en el norte del estado de Nueva York. (FILMAFFINITY)
15 de abril de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Paul Schrader es un director desafortunado, sin duda, a quien el éxito le ha sido bastante esquivo (en buena parte por su culpa, todo sea dicho, porque vaya mojones de películas ha rodado...). Por eso no resulta equivocado decir que First Reformed/ El reverendo sea su mejor trabajo hasta la fecha. La mala noticia es que no es tampoco como para tirar cohetes.
El punto de partida de El reverendo está claro: una mujer embarazada pide la ayuda del sacerdote de su parroquia para ayudar a su marido, que está teniendo pensamientos suicidas o incluso criminales hacia su bebé nonato por el cambio climático que está afectando a mundo natural. Sin embargo, un consejo: no se queden demasiado con eso en la cabeza, porque tampoco le importa mucho esa trama a Schrader. Así, lo más criticable de la película es sin duda su ausencia de foco. ¿Qué es? ¿Un aviso sobre lo que los humanos hacemos al medio ambiente? ¿Una historia de amor prohibido? ¿Una historia sobre un hombre atormentado y claramente desequilibrado mental y emocionalmente? ¿Un ensayo sobre el dolor y la pérdida? Pues un poco de todo y mucho de nada. Cuando termina, con ese final tan... tan... digamos extraño, para ser suaves, el espectador se queda con la sensación de que los 100 minutos de metraje no han servido realmente para nada, pues no hay una auténtica historia que Schrader nos cuente entre los diálogos y las anécdotas y las imágenes de innegable fuerza visual e impacto (como ese final, por supuesto, o el momento en el suelo entre Mary y Ernst).
Sobre lo que no hay duda es sobre el excelente trabajo de Ethan Hawke, injustamente olvidado en los Oscar, que compone un personaje lleno de ambigüedad, claroscuros y también vulnerabilidad, expresada a través de una expresión corporal casi contrita y encogida.

Lo mejor: Ethan Hawke, fantástico, y algunas escenas de enorme impacto.
Lo peor: Quiere ser muchas cosas y no termina siendo ninguna.
Sibila de Delfos
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