Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de Pakosky:
6
Aventuras. Drama. Bélico Guerra de la Independencia (1808-1814). En 1810, durante la invasión de España por las tropas napoleónicas, un grupo de guerrilleros, con la colaboración de sus aliados ingleses, intenta evitar que un cañón de gran calibre caiga en manos de los franceses. (FILMAFFINITY)
4 de agosto de 2010
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues sí, divertida.

Siempre me habían puesto a esta pelicula a bajr de un burro, pero al fin la veo y me ha resultado la mar de entretenida. De lo único que se puede culpar a Stanley Kramer en este pisto es de ser un pretencioso de tres pares de narices... Pero lo demás cuela como mero entretenimiento. Kramer es culpable de haberse fijado en una muy mala novela -y aqui empieza el lío- para construir su película de aventuras y de pasar por completo de documentarse acerca de cómo se hace una procesion de Semana Santa. Ni falta que le hacía porque su representación queda mejor y más espectacular que las auténticas.

Kramer "sólo" quería hacer una superproducción de entretenimiento con sabor hollywoodiense aliñada con olor a alpargata y cebolleta, y para eso le vale con la novela mala, con los capirotes desfilando en masa a cascoporro, con los miles de extras a lo "Cecilbedemil" llenando pantalla y con el pedazo de cañón machacando las murallas de Ávila. Lo que no le valen son los actores, que no pega ninguno en el papel, pero hay que entender que este hombre pretendiera vender la película, no fuera a ser que se gastase la pastizara para que luego nadie se pasara por caja y además, perdónenme el comentario las damas, pero por ver a la Loren en sus buenos tiempos uno hace lo que se menester. El problema, digo, es que a Kramer le queda pretenciosilla y eso sí que resulta imperdonable porque la cosa da para lo que da: pipas, risas y una tarde entretenida. La metafísica no cabe.

¿Qué sale la Ciudad Encantada viniendo de no sé dónde? Claro. Un exterior de primera. Seguro que ningún aleman o belga sabe dónde narices está Cuenca. Tampoco yo tengo ni idea de si John Ford me decía que estaba en Colorado, pero rodaba en Oklahoma. Ni yo ni el noventa y cinco por ciento de los que admiran su cine. No nos liemos. Si nos gusta el cine tiene que gustarnos la licencia cinematográfica, que se ha inventado para que películas como estas -o cosas como el CSI y el Star Wars- sean posibles. Y no es mala porque se tome licencias, no nos empeñemos, pues la ficción es ficción y en ella todo cabe. De hecho, y esto es común a todo el cine de su época, la película resulta muy pasable para el espectador y a ratos incluso agradable a la vista.

Mejor que cualquier pestiño modernillo de esos que se llevan ahora y que no aguanta ni medio bol de palomitas antes de la llegada del primer bostezo.
Pakosky
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow