Haz click aquí para copiar la URL
Voto de david panadero moya:
8
Drama Una psiquiatra que no soporta la ausencia temporal de su marido se vuelca en el difícil caso de una de sus pacientes. (FILMAFFINITY)
7 de septiembre de 2011
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
La fragilidad de la mente, el miedo a la muerte, los problemas de infancia, la creencia en Dios, o lo complicado de las relaciones son temas recurrentes en las películas del director sueco, como muestra en otros grandes títulos como "Persona", "Como en un espejo", " Gritos y susurros" o " Sonata de otoño". En ellas nos sumerge en un viaje a través de los entresijos, recobecos, profundidades y alturas del alma humana, para hacernos chocar con personas tan difíciles como nosotros y comprender sus inquietudes, angustias y más oscuros temores.
En "Cara a cara", nos coloca desde el primer plano frente a frente con una mujer a la que diseccionará psicológicamente a lo largo de las dos horas siguientes, la doctora Jenny Isaakson, una psicóloga de un hospital encargada de pacintes cuya curación puede parecer un reto, como María. Durante el verano, decide pasar unos meses en casa de sus abuelos. Su marido está dando una conferencia en Chicago y su hija Anna en una campamento. Ya desde la primera noche, comenzará a enfrentarse con sus fantasmas y sus más internos traumas y miedos en unas pesadillas que la harán enfrentarse a ellos como un alma atormentada, trémula y pesarosa. Su estado irá empeorando hasta tener consecuencias casi funestas.
Y son esas mismas cuestiones las que traumatizan a Jenny hasta hacer que se encuentre perdida y desorientada tanto fuera como dentro de sí misma: el miedo a la muerte que la asediaba de pequeña, sus deseos ocultos, el pavor, la pena y el odio por la pérdida de sus padres con tan solo ocho años son las protagonistas de unos sueños laberínticos, tétricos, oscuros en los que se inmergía al cerrar los ojos y a los que tenía que hacer fente sola con su alma desnuda antes ellos (como simboliza el vestido rojo de la pesadilla central).
Ingmar Bergman construye un consternador e impactante drama psicológico gracias al uso de imágenes sencillas y desnudas y primeros planos enfocando al elemento principal, Liv Ullmann, que consigue con su rostro, su mirada glacial, su extraña belleza y sus desgarradores gestos transmitirnos todo el dolor, la angustia y tormento de su personaje. Su interpretación resulta tan descarnada, profunda, rabiosa, tempestuosa y delicada al mismo tiempo que hipnotiza y hace que no puedas apartar la mirada de ella. Ambientada por los sonidos cotidianos y una única pieza instrumental de Mozart. Se alzó en 1977 con varios premios de la crítica y un globo de oro a mejor película extranjera, además Bergman y Ullmann recibieron dos merecidas nominaciones a los premios óscar de la Academia de Hollywood (yo personalmente a ella se lo hubiera dado). Notable película, fundamental para los admiradores de Bergman y de "el ángel noruego", y que hay que empezar a ver con buen ánimo esperando una catarsis.
david panadero moya
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow