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Voto de harryhausenn:
7
Drama 1913, Budapest. Después de pasar su infancia en un orfanato, Irisz Leiter llega a la capital húngara con 20 años y la esperanza de trabajar de sombrerera en la antigua tienda de sombreros de sus padres biológicos. Pero Oszkar, el nuevo propietario, la rechaza. A su vez, se tendrá que enfrentar a su pasado cuando descubre un hermano que nunca supo que tenía. Su misión de encontrarlo la lleva a descubrir oscuros secretos mientras el país ... [+]
29 de enero de 2019
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El atardecer antes de la oscuridad. Las últimas horas del esplendor del imperio austro-húngaro antes de que la Primera Guerra Mundial termine con él. Estamos en el Budapest de 1913, una huérfana vuelve a su ciudad natal tras haber sido enviada en su infancia a Trieste. Su objetivo, trabajar como sombrerera en el taller que lleva el nombre de sus padres. La vuelta de tal misteriosa mujer servirá como excusa para adentrarnos en los secretos más turbios de esta parte de la ciudad. Enigmas que parecen no tener fin y que llegan al núcleo del mismísimo imperio.

Nemes, asistente de dirección del ya retirado Béla Tarr, debutaba en 2015 con la impactante El hijo de Saul. El protagonista, preso en un campo de concentración, cree haber encontrado el cádaver de su hijo, a quien quiere dar un entierro digno a espaldas de los guardias nazis. Una película laureada con el Gran Premio del jurado de Cannes y el Oscar a la mejor película extranjera, un hito para un debutante.

Sea como fuere, Nemes no ha dudado en rodar su segunda película de la misma manera, esta vez, con un sujeto menos peliagudo, permitiendo por tanto al espectador prestar mayor atención a la puesta en escena. La protagonista de Atardecer, efectivamente, aparece en todos los planos de la película, aunque sólo fuera su hombro para enseñarnos aquello que observa a lo lejos. Una forma de rodar claustrofóbica y sin embargo capaz de representar de manera fidedigna la vida de la ciudad en aquel entonces. Nemes logra sugerirnos un decorado abierto y gigantesco en unos planos cerrados que apenas nos dan información, y pese a todo, la técnica funciona gracias a una planificación asombrosa y compleja.

La idea de dirección no deja de ser una serie de recorridos pegados a un personaje al que se van añadiendo elementos y personajes con cuentagotas para que el seguimiento de la mujer pueda alargarse. Por increíble que parezca, todo funciona. El interés por saber qué ocurrió a la familia de la joven y qué oculta su jefe nos adentra en una trama bien estudiada que consigue fascinarnos. La película logra así mantener el tipo pese a su larga duración, evitando caer en la monotonía de una realización tan limitada, y por otra parte, ya vista en el debut del director.

Pero el mayor logro de Atardecer, y aquello que la hace dar un paso adelante respecto a El hijo de Saul, es el ser capaz de hacernos comprender el contexto en el que el imperio austro-húngaro firmó su sentencia de muerte. El escenario esta vez ya no son los oscuros y cerrados barracones de Auschwitz, sino la luminosa y abierta Budapest. Es decir, la segunda ciudad del imperio y crisol de culturas y lenguas, rival popular de la burguesa y noble Viena. Este enfrentamiento entre países dentro de un estado no augura nada bueno. Nemes retrata un Budapest turbio en el que oímos varios idiomas y dialectos de soslayo, donde comprendemos las diferencias sociales, donde seremos testigos de crímenes impunes y de la corrupción, donde nos integraremos sin darnos cuenta en bandas terroristas... Todo un caldo de cultivo de una ira popular que podemos percibir en la película como anticipo del asesinato del archiduque Francisco Fernando, desencadenante de la Gran Guerra.

hommecinema.blogspot.com
harryhausenn
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