Sinceramente, mala muy mala. De acuerdo, me queda claro que el hombre tiene que matar a María, eso ya lo sabía desde que descubrí por casualidad el título de este corto. Pero el guión insiste, en que debe matarla, por una ridiculez que tampoco nos queda demasiado clara, pero conformes, ansiosos por descubrir su final. Dos minutos de aparente misterio, durante los cuáles nos muestran a una mujer, normal y corriente, que deambula por toda una ciudad mientras el hombre persigue a su objetivo e intenta justificar un crimen inminente mediante excusas baratas que carecen de toda coherencia. Y de pronto, chorrada monumental. Un cortometraje completamente hueco e insustancial. Lo lamento, pero el disfraz no ha funcionado.