De profesión, desorientador. Así debe rezar el currículum de David Lynch, vista esta película, Mulholland Drive (la segunda película que veo de él, tras la, a mi juicio mediocre, Terciopelo Azul).

Sin conocer al director y su, parece, fama por hacer su cine en clave de secuencias, aparentemente, inconexas y aleatorias, es muy posible que a la salida de los créditos finales una inquietante frustración asalte al espectador, incapaz de descifrar o comprender totalmente el sentido de esta turbadora historia que dibuja con mucho impacto visual el propio Lynch.

La película es extraña como ella sola, pero muy impactante visualmente hablando y realmente original en su narración, a la que, por cierto, le han salido numerosas interpretaciones en la misma Filmaffinity. Yo no voy a hacer la mía porque considero bastante coherentes algunas de las que he leído aquí y coincido 100% con ellas. De hecho, recomiendo echar un vistazo a algunas de las interpretaciones DESPUÉS de haberle dado algunas vueltas a lo visto en la pantalla.

De otro lado, una de las grandes bazas de la película son sus intérpretes, absolutamente magníficas, especialmente Naomi Watts (soberbia y muy difícil actuación la suya, advierto), llegando al extremo de arrebatar el aliento en alguna de sus escenas.

Mi conclusión es que, si os animáis a verla, os daréis de lleno con una película que no os dejará indiferente. Es posible que despierte cierto rechazo por su, aparente, carencia de sentido, pero tras la maraña onírica que teje Lynch, (con bastante habilidad todo ha de decirse), residen las claves de una historia de intriga y suspense.

Lo mejor- Naomi Watts y su espectacular interpretación. Yo no sé por qué no se llevó un Oscar... O bueno, sí. Sí sé por qué...
Lo peor- El planteamiento puede repeler al espectador impaciente.