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España España · Granada
Voto de Pliskin:
10
Fantástico. Acción. Terror Una nueva raza de vampiros, los Reapers, surge para atacar tanto a los humanos como a los de su propia raza, causando el terror. El Consejo de la Sombra, un grupo de vampiros que teme por su supervivencia y que tiene su sede en Praga, contacta con Blade para que acabe con ellos. (FILMAFFINITY)
1 de abril de 2008
57 de 73 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de empezar diré dos cosas: Uno, voy a hacer una crítica conjunta de las dos primeras de Blade (la tercera mejor olvidarla). Dos, vi Blade 2 antes de Blade 1.

Confirmaré una cosa: salvo quizás X-Men, (que también tiene tres entregas y es una magnífica adaptación al cine de la célebre patrulla mutante), Blade es el mejor personaje de cómic llevado al cine.

Vistas las dos entregas de Blade, se concluye rápidamente que, aun con menos presupuesto la segunda, ambas apuestan por un héroe con estilo propio y unos malos carismáticos (algunos preferirán a Frost, de la primera, pero yo me quedo con Nomak por su aire Nosferatu New Age) para culminar cintas con mucha acción y poco argumento.

La primera es quizás más fiel y apegada al trasfondo de Blade. Es mucho más tradicional en su argumento, y en la forma de narrarlo, con interpretaciones solventes y buenas secuencias de acción (la lucha final de Blade contra todo "kiske" es brutal).

La segunda ingenia más para traernos de vuelta "Al que ha visto el Sol". Nos mete una alianza entre el verdugo de hominis nocturna y sus legendarios enemigos para justificar la lucha contra unos seres peligrosísimos que amenazan con infectar toda la ciudad: los Segadores. Se incluye así a un plantel de actores (Ron Perlman AKA Hellboy a la cabeza) como la Banda Sangrienta (el nombre está CU-RRA-Í-SI-MO). Quizás el argumento sea más endeble en esta segunda, que tiene algunas incoherencias graves con la historia de la primera. De hecho, parece un Depredador versión vampírica, pero qué queréis que os diga, me encanta.

Wesley Snipes nació para ser Blade. Así de simple. Me resulta inimaginable otro actor que cubra este papel. Decía uno de los coreógrafos de las peleas de la segunda (Lo pude ver en el documental. Lo que hace el fanatismo, ¿eh?) que apostaron por la lucha callejera, un estilo de reyerta sucio e improvisado (si os fijáis, Blade hace mucho uso de los puños y las estacas en la segunda, y mucho menos de las armas de fuego, que eran más vistas en la primera entrega). Ello era debido a que, según este coreógrafo, si Wesley sacaba la espada, no le iba a durar nadie ni medio asalto. No obstante, esta necesidad de recurrir a la lucha callejera está muy bien justificado por el hecho de que los enemigos a los que el implacable y expeditivo cazador se enfrenta en la segunda parte son mucho más poderosos que un vampiro normal. (Luego decís que uno no se fija en lo que ve).

En lo que a tema de malotes se refiere, ya lo dije antes. Yo me quedo con el de la segunda entrega. Nomak me parece más implacable, más poderoso y mucho más siniestro que Frost. No obstante, es cierto que tiene muchos menos minutos que Frost, que se hace un malo tremendamente persistente, algo que nos encanta a los que nos gustan las películas de acción.

Sin ánimo de extenderme más, recomiendo ver las dos en un mini-maratón con unos amigotes aficionados a Marvel. ¡Éxito garantizado!
Pliskin
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