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Voto de Ezequiel 25 17:
9
Serie de TV. Thriller. Drama Serie de TV (2008-2013). 5 temporadas. 62 episodios. Tras cumplir 50 años, Walter White (Bryan Cranston), un profesor de química de un instituto de Albuquerque, Nuevo México, se entera de que tiene un cáncer de pulmón incurable. Casado con Skyler (Anna Gunn) y con un hijo discapacitado (RJ Mitte), la brutal noticia lo impulsa a dar un drástico cambio a su vida: decide, con la ayuda de un antiguo alumno (Aaron Paul), fabricar anfetaminas ... [+]
5 de octubre de 2013
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras 5 inolvidables temporadas, Breaking Bad echa el cierre dejándonos una de las tres mejores series jamás realizadas para la televisión. Una obra maestra de factura difícilmente superable. Se me va a hacer extraño ver como pasa una semana sin saber nada de Mr. White, uno de los personajes más endiabladamente complejos y bien interpretados de la historia catódica. Ya no podré disfrutar de las locuras de Pinkman ni de la ironía y el humor de Saul y es inevitable sentir un vacío dentro de ti ante la probabilidad de que no volverás a ver una serie tan buena en muchos años. Por supuesto también añoraré esa forma de usar el lenguaje visual que tenia Vince Gillian para contarte la historia con planos y tomas que derrochaban inteligencia e imaginación, una dedicación y un cariño por el detalle que resultaba una delicia para los sentidos, todo esto especiado con una elección de canciones perfectas para cada momento, en la memoria quedará grabada la inolvidable Who's Gonna Save My Soul de Gnarls Barkley por poner un ejemplo.
Si te gusta el cine negro contemporáneo, Breaking bad te enganchaba de un modo magnético desde el primer día, poseía ese humor negro y ácido, a veces sádico, ambientado en los rincones de la apacible américa profunda tan propio de los hermanos Coen. Tenia ese toque de violencia estilizada y coreografiada con diálogos lúcidos tan tarantiniana, pero a su vez retorcida y enfermiza cual Scarface de Briam de Palma. Poseía ese irremediable fatalismo en sus protagonistas, lastrados por el peso de su propia ambición en las temporadas finales que tan solo el protagonista de Quiero la cabeza de Alfredo García podría entender, y esos finales que explotaban en una orgía de violencia los podría firmar el mismísimo Sam Peckinpah. Muchas referencias de las que bebe pero sin por ello perder su propia identidad y personalidad. La recomiendo si no te has animado todavía a verla.
Ezequiel 25 17
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