Comenzando por un divertido y patético atraco a un cajero, la protagonista acaba "recluída" en casa de sus padres durante ocho meses (tobillera incluída, tipo "Disturbia"), pero el tema es que en la casa ocurrieron, y ocurren cosas raritas.

Esta simple premisa da pié a una cinta con un ritmo decente, sin aceleraciones pero sin momentos lentos, que al menos a mí me enganchó desde el principio. Unas cuantas dosis leves de humor (humor sin excesos, sin recurrir a la escatología, ni al porrazo ni a la estupidez), entremezcladas con algunos momentos tensos o angustiosos, pero llevando un rasero equilibrado, todo muy leve. No te descojonas, ni te asustas, pero te lo pasas bien.

Interpretaciones muy buenas en general, quizás destacando a la madre 'chicharra' (en mi zona llamamos así a las personas que no paran de hablar como loros), que sin llegar a hacer gracia del todo, cada vez que comienza a parlotear te saca la sonrisa.

No es comedia, no es gore, no es thriller, no es policíaca, no es slasher ni terror, pero te hará disfrutar y al menos, es de las que recordarás al menos un par de meses, que hoy en día es bastante.

Wolf.