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Voto de Javi McClane:
6
Animación. Fantástico. Aventuras Han pasado cinco años desde que Hipo empezó a entrenar a su dragón, rompiendo la tradición vikinga de cazarlos. Astrid y el resto de la pandilla han conseguido difundir en la isla un nuevo deporte: las carreras de dragones. Mientras realizan una carrera, atraviesan los cielos llegando a territorios inhóspitos, donde nadie antes ha estado. Durante un viaje descubren una cueva cubierta de hielo que resulta ser el refugio de cientos de ... [+]
21 de febrero de 2019
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Recientemente, os he hablado de la sobresaliente "Cómo entrenar a tu dragón", y ahora le toca el turno a su secuela, que llegó cuatro años después.

Bien es cierto que, dicha secuela, tenía la difícil tarea de igualar (lo de superar era misión imposible) o, como mínimo, acercarse al resultado de la primera entrega. Pues ni una cosa ni otra, ya que estamos ante una secuela muy inferior, y totalmente decepcionante. Pero vayamos por partes.

La historia arranca cinco años después de los sucesos de la primera parte, con un Hipo y su inseparable Desdentao, bastante más creciditos. Lo cierto es que el comienzo de la película es prometedor, con una escena emocionante con el vuelo de los dos protagonistas, y todo al ritmo de Jónsi, cantante del genial grupo Sigur Ros, y que ya nos regalo otra fabulosa canción en la anterior entrega.

Pues bien, luego se viene todo abajo en cuanto nos presentan un nuevo misterio que involucra a la madre del protagonista, que, mira tu que casualidad, es calcada a Hipo en aquello de no matar dragones y tener sensibilidad hacía ellos,en un giro de guion forzado y sin fundamento.

La verdad es que el personaje de la madre va perdiendo fuerza a medida que avanza la trama, y uno se queda con la sensación de que estamos ante un recurso desaprovechado y metido con calzador. 

Luego entra en escena el endeble villano, sin gracia ni chispa, para traer un suceso (excesivamente) dramático, que lo cambia todo, y llega el clímax final, que se queda un poco en tierra de nadie (la batalla anterior era mucho mejor).

Y que decir de la relación entre sus dos protagonistas. Pues que todos los focos se ponen sobre la madre, y Desdentao queda relegado a un segundo plano hasta el suceso comentado, donde vuelve a ganar protagonismo. Un despropósito argumental, ya que la gracia de la saga es la amistad ente ellos dos.

Se ve que esta secuela apostó por el "más y mejor", pero, si bien es cierto que tiene un poco más de acción, el "mejor" se lo dejaron en la sala de montaje. Y es, mientras que la primera parte se tomaba su tiempo en presentar a los personajes y juntar las piezas con mimo y cariño, aquí todo es precipitado y pocas veces hay lugar a la emoción, al contrario que la anterior entrega.

Eso sí, la película tiene un par de instantes hilarantes ("soy tuya" a la cabeza") que hacen mejorar el conjunto final.

Y bueno, qué decir de la banda sonora de John Powell. Tiene alguna novedad destacable, pero está tan pagado de sí mismo por el logro de la primera parte, que repite casi todas las partituras, y no las mejores, precisamente, quedando un trabajo inferior (aunque nunca flojo).

Y ojo, que esta secuela no me parece una mediocridad, ni de lejos. Es más, considero que es correcta, pero es que la decepción es tal (y pienso lo mismo en los dos visionados), que me veo en la obligación de ser duro, porque duele que el trabajo este tan por debajo de sus posibilidad, con el material que tienen entre manos.

Una pena, sinceramente, porque podría haber quedado (a falta de ver la tercera), una trilogía redonda. Veremos que nos depara la tercera parte, pero estamos, sin lugar a dudas, ante una de las secuelas más decepcionantes de la historia. 

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Javi McClane
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