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Voto de Chris Jiménez:
9
Bélico. Drama. Thriller En plena Segunda Guerra Mundial, tras la ejecución de su familia, una joven judía se une a los grupos de la Resistencia que luchan contra la ocupación de Holanda por parte de las tropas alemanas. Su misión será infiltrarse en el Cuartel General Nazi para seducir a un alto oficial alemán a fin de obtener información que permita liberar a un grupo de combatientes que han sido capturados. (FILMAFFINITY)
29 de marzo de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
1.944, se viven los últimos tiempos de la 2.ª Guerra Mundial, pero en Holanda la situación continúa siendo realmente caótica y desesperada.
Una judía refugiada, Rachel Stein, será zarandeada por los acontecimientos, que la conducirán a vivir peligrosas y desgarradoras aventuras, sirviendo a la resistencia como espía con un claro objetivo: acabar de una vez con el poder nazi.

Desde su llegada a EE.UU. a mitad de los años '80, cuando ya llevaba más de una década en la industria, el holandés Paul Verhoeven había obtenido fama, gloria, dinero y un buen puñado de fans gracias a clásicos de la acción y ciencia-ficción como "Desafío Total", "Robocop" o "Starship Troopers", incluso demostró sus cualidades dentro del "thriller" con "Instinto Básico"...pero la esencia de su cine había cambiado, había sido arrancada de raíz por los manipuladores estudios hollywoodienses. Hecha con la intención de recaudar en taquilla, "El Hombre sin Sombra" fue la gota que colmó el vaso; Verhoeven había tenido suficiente.
Tras este irregular esfuerzo, el realizador decidiría entonces volver a su país natal y embarcarse en un proyecto personal realmente ambicioso junto a su antiguo colaborador Gerard Soeteman (quien había firmado los guiones de "Soldaat van Oranje", "Delicias Turcas" o "El Cuarto Hombre") en el cual habían estado trabajando desde hacía más de diez años, ubicado en los difíciles tiempos de la ocupación alemana en Holanda durante la 2.ª Guerra Mundial, tiempos que Verhoeven vivió de niño en sus propias carnes. Ello fue la causa de que éste acometiera el film desde la perspectiva más cruda y veraz posible, pues aun tratándose de una historia de ficción, todos los hechos y algunos personajes son reales.

Presentada a modo de "flashback", la acción nos sitúa en 1.944, cuando la mayoría del Sur del país fue liberado de las garras de los invasores nazis mientras llegaba el fatal periodo de la Hambruna Holandesa. En este ambiente hostil y desasosegante la joven Rachel ha de sobrevivir como refugiada, cuya existencia está regida por los desafortunados giros del destino y la infinita maldad y corrupción de los abyectos seres humanos...pero su vida de eterno deambular experimenta un giro tras contemplar a su familia siendo masacrada por los alemanes y unirse poco después a la Resistencia Holandesa.
Los deseos del director por conseguir esa sensación de realidad que siempre había perseguido sin duda dan sus frutos; se empeña en recrear de forma cruda y dolorosa las penurias y tragedias acontecidas en ese territorio donde la esperanza por hallar una salida no es más que una ilusión, en ese pequeño infierno en La Tierra cuyas víctimas están atrapadas en una vorágine de violencia e injusticia. Sin embargo, la urgencia del holandés no es en ningún modo la de hacer un documental sobre la tiranía nazi o la persecución judía (como podía ser, por ejemplo, "El Pianista"), y ello se demuestra cuando la trama vire hacia la intriga y el entretenimiento más clásicos.

De repente "El Libro Negro" abandona su melancólica y desgarradora atmósfera para sumergirse de lleno en una aventura de rebeldes anti-nazis y espías en la mejor tradición del género, donde Rachel, teñida de rubio y bajo el seductor pseudónimo de Ellis de Vries, se transmuta en la perfecta "femme fatale", una heredera de Greta Garbo ("¡eres una "Mata Hari"!", le dice Ronnie). Tomará entonces importancia la acción, el suspense y sobre todo el romance, que mantendrá a Rachel entre la lealtad a sus compañeros y el amor hacia Müntze, un oficial alemán de espíritu benévolo que arriesgará su vida por protegerla.
Tampoco faltarán, como todo fan de Verhoeven sabe, las fuertes dosis de erotismo (explícito, lo que puede llegar a ofender a más de uno) y humor negro marca de la casa (antológica esa "tarantiniana" secuencia en la que Theo dispara a Van Gein mientras le grita "¡Eres un sacrílego!, ¡has blasfemado!"); este tramo de la película cuenta con una elaborada sucesión de engaños, conspiraciones y dobles apariencias que exuda el mejor cine negro (el de Hitchcock, Preminger, Lang o DePalma), pero las aguas regresarán a su cauce una vez más en los últimos tres cuartos de hora a partir un hecho clave: la huida del cuartel.

La película se revela poderosa, trágica y descorazonadora, avanzando a base de giros constantes de guión, cada uno más sorprendente que el anterior. Así, Verhoeven, que nos permite conocer la victoria de las tropas aliadas, hace hincapié en un aspecto fundamental: la crueldad, las injusticias y la maldad se hallan presentes tanto en un bando como en otro, sólo habitados por seres humanos insensibilizados, rotos por la guerra y cuyas entrañas están colmadas de odio y venganza; se elimina así todo rastro de maniqueísmo desmitificando un concepto que ya ha acompañado durante mucho tiempo a los films sobre la 2.ª Guerra Mundial: el de que sólo los alemanes eran los malos.
En las garras del holandés, la preciosa Carice Van Houten (cuyo personaje, según parece, es la unión de tres mujeres reales) exprime todas sus cualidades como actriz, logrando una actuación absolutamente soberbia desde todos los puntos de vista, aunque también merece la pena destacar a los notables Sebastian Koch, Thom Hoffman, Halina Reijn, Derek de Lint y un Waldemar Kobus de lo más repulsivo, acompañados del gran trabajo de fotografía y diseño de producción de Karl W. Lindenlaub y Wilbert Van Dorp.

Quizás los momentos de sexo explícito ahoguen la trama, y desde luego hay escenas innecesarias en el metraje, pero "El Libro Negro" tiene la virtud de mantener un ritmo emocionante a lo largo de sus 139 minutos.
Una descarnada, entretenida y realista experiencia que demuestra cómo de blindado se mantiene el talento del director, contando con un significativo final que hará justicia a las certeras palabras de Rachel ("¡¿es que esto nunca acabará?!"). Obligatorio visionarla, por cierto, en idioma original.
Chris Jiménez
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