Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Chris Jiménez:
7
Comedia Una legión de jóvenes inexpertos viven obsesionados con el sexo opuesto. Jim, uno de ellos, está desesperado porque todavía es virgen. Además, desde que sus padres le sorprendieron viendo películas pornográficas, su situación en casa ha empeorado, porque su bienintencionado padre pretende ocuparse de su educación sexual; en el colegio, las cosas no van mucho mejor: su relación con una chica, gracias a un programa de intercambio, tiene ... [+]
29 de marzo de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"¡Al fin ha llegado nuestro día, y también nuestro momento! ¡Os aseguro que no permaneceremos impasibles observando cómo la Historia nos condena al celibato!".
Nunca un discurso expresó de mejor manera la intención de una película.

Nos hemos sentimos identificados con Jim, Kevin, Chris y Finch (y quizá alguno con Stifler...lo cual no sería buena señal) e inevitablemente nos acordamos de nuestros años escolares. Años de pupitres y clases aburridas, de patios llenos de envoltorios de aluminio y botes de zumo, de conversaciones triviales sobre videojuegos, música, exámenes, planes para el fin de semana o peleas con los padres...y, cómo no, de chicas, tema por antonomasia del que había que discutir cuando llegaba la hora del recreo: que si miradas, cartas de amor, insinuaciones, tímidos besos, sentimientos difíciles de describir y muchos pensamientos impuros irrumpiendo en nuestras mentes en mitad de historia o filosofía.
Todos hemos sido jóvenes, inseguros como Jim, ansiosos como Kevin, y hasta quizás un poco hipócritas como Finch (¡demonios, si casi es como ir atrás en el tiempo y ver tu pasado reflejado en una pantalla!). "American Pie" no pretende ser nada original, quizá por eso se vendió tan bien el guión de Adam Herz, futuro encargado de escribir las tres primeras entregas de la (malograda) franquicia, un guión escrito en seis semanas que cayó en manos de los directores Paul y Chris Weitz (aunque éste no aparece acreditado) cuyo planteamiento exudaba mala leche a borbotones.

Un planteamiento que se colocaba en la línea del cine de Kevin Smith, Tom Shadyac y los hermanos Farrelly y cuyas artimañas regresaban a esas "teen comedies" que ya arrasaban en taquilla y en las estanterías de los videoclubs casi dos décadas antes. De hecho la película no es sino una versión moderna de "La Revancha de los Novatos", "Movida de Verano" o la mítica "Porky's", su más directa predecesora (y todavía quedan ejemplos, los títulos universitarios de la saga "National Lampoon"...). Aquí se apuesta por lo seguro: la risa fácil, empleando una serie de diálogos y "gags" tan creíbles como descacharrante.
A menudo éstos presentan simpáticas situaciones de auténtica vergüenza ajena (la conversación de Jim con su padre sobre las revistas porno; el inolvidable momento de la empanada de manzana) o rozan lo escatológico y ofensivo (la tan repulsiva y extensa escena de Finch en el baño femenino o cuando Stifler se bebe la "cerveza espumosa"), pero sobre todo se indaga en los dos temas preferidos de los adolescentes, instigadores de tantas cuestiones y reflexiones trascendentales: el sexo y el amor, alrededor del cual pivotan los estereotipados personajes y el 99% de la trama, que tras presentar al patético grupo protagonista va centrándose en cada uno de ellos en su cruzada de conquista sexual.

Una trama cuyo desarrollo resulta la mar de previsible, amoral y vulgar en extremo y aun así tremendamente divertida, y hasta entrañable y tierna en ocasiones, porque, a pesar de su falta de vergüenza y sentido común y plantarnos en la cara momentos como los antes mencionados o el del vídeo en directo de Jim y Nadia que todos acaban viendo (el más recordado), "American Pie", con todo lo gamberra y bestia que es, termina desembocando en una bonita comedia romántica al más puro estilo de John Hughes, Howard Deutch o Steve Rash.
Promesas de amor, parejas abrazadas a la luz de la Luna y sensibles baladas perfectas para la ocasión, sin faltar ese baile de fin de curso donde por fin se revelan los verdaderos sentimientos o ese libro escondido en las entrañas del instituto con todos los secretos para ligar que actúa a modo de tesoro milenario (uno de los detalles más "freaks" del film); cientos de veces visto y sin embargo sigue resultando efectivo (insisto, es por la capacidad de hacer que el espectador empatice con ello). Tanto fue así que el debut de los Weitz, aun siendo una explosión de combustión lenta, se hizo en la taquilla estadounidense con la friolera de 100 millones de dólares.

Lo cual, teniendo en cuenta su modesto presupuesto de 11 millones, significó un triunfo. Si algo resulta inolvidable para los que disfrutamos del film que nos ocupa es la lista de actores que demuestran con creces su talento para la comedia (lo que les llevaría a estar encasillados de por vida), como Thomas Ian Nicholas, Alyson Hannigan, Chris Owen, el capullo de Seann W. Scott (cuyo Stifler acaba por resulta desquiciante) o ese gran Eugene Levy, el mejor padre del Mundo, que se marca algunas de las mejores frases.
Aunque los que se llevan la palma son Eddie K. Thomas y Jason Biggs, quien hizo de su Jim Levenstein uno de los personajes más impagables del cine cómico-adolescente del nuevo siglo; a destacar también la antológica aparición de los miembros de Blink 182. "American Pie" no nos ofreció nada nuevo, pero sí algo muy divertido, lo suficiente como para generar un masivo comeback de "teen comedies" a partir del inicio del nuevo siglo, que se limitaban a copiarla sin ninguna vergüenza (y sin rastro de gracia); dos años después llegaría la segunda parte, que recaudaría incluso más que la primera...pero ya hablaré de ella en otro momento.

Como bien dicen los amigos al final, "Por el siguiente paso".
Chris Jiménez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow