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Voto de buenaventura:
4
Drama Santiago, Marta y Carlos son amigos desde hace quince años. Su amistad comenzó en la universidad. Una vez al mes se reúnen para comer juntos en el mismo restaurante, aunque sus sueños e ilusiones de entonces han desaparecido. En una ocasión, Carlos pide a sus amigos un préstamo de varios millones para sacar a flote su maltrecha empresa de informática, pero el tiempo pasa y, al no poder pagar su deuda, su profunda amistad entrará en crisis. (FILMAFFINITY) [+]
29 de diciembre de 2006
26 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las palabras, los movimientos, las miradas, los gestos de los personajes o de los actores que los encarnan se han desprovisto (¿intencionadamente?) de todo viso de verosimilitud, dinamismo, intensidad, en definitiva, de realidad humana. Hay cierta teatralidad y un tono de literariedad en cada una de sus acciones, o mejor decir, conversaciones. No hay química entre los actores, no sentimos su amor, su amistad, su drama. No es un handicap, en absoluto, que cada una de las escenas se desarrollen de un modo estático, en localizaciones muy definidas (un bar, un dormitorio, una nave, una biblioteca). Tampoco lo es la elección de una fotografía desprovista de cualquier alarde esteticista, opción plausible en una producción que pretende mostrarnos una ficción cercana y conocida. Pero la falta de catarsis que el espectador experimenta con la historia y sus actantes, a priori uno de los principales objetivos potenciales de la cinta, genera una sensación de vaciedad que se intensifica a lo largo de la proyección. Los sueños perdidos, la asimilación del idealismo por una sociedad implacable y pragmática, el paso de una ilusionante juventud a una frustrada madurez, la pérdida de la amistad y la alienación de los seres humanos son asuntos universales que en otras películas y novelas dejan en el receptor un maravilloso poso de agridulce nostalgia y que estrecha íntimamente la experiencias de personajes y espectadores. Esta película sin embargo no es una de ellas. Quién sabe si su director pretendió tal cosa y si el jurado de Valladolid conocía tan misteriosas intenciones.
buenaventura
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