Margaret White es uno de los aspectos en los que gana el remake, Moore gana por goleada a Laurie, en todo, De Palma forjó un personaje que rozaba lo absurdo, que se enorgullecía y manifestaba a los cuatro vientos sin ningún pudor y lo que es peor, los que están a su alrededor la escuchan e incluso la temen, ridículo se mire por donde se mire. La Margaret White de Moore se esconde en la sombra, vive de la costura, porque es algo que se la da muy bien, pero siempre escondida, en la sombra y no se da a conocer para no despertar la curiosidad de la gente.
Por lo que respecta a Carrie, Chloë está estupenda y rivaliza sin problema con Spacek, ambas transmiten la inocencia de su personaje con credibilidad y pasión. La ignorancia de Carrie pervive porque no se comunica a ningún nivel, su madre hasta el momento en que el que se convierte en mujer por la llegada de la menstruación tiene un control absoluto y la represión la impide realizar ninguna otra cosa que no sea ir a clase, estar y volver. Ni PCs, ni amigos ni nada, las instrucciones están claras, aunque veo que para algunos ni mucho menos. Que incomode el aspecto de Grace Moretz ya tiene lo suyo, sobre todo cuando no molesta que Spacek, una mujer de 27 años no molestaba nada interpretando su primera menstruación, con esos otros adolescentes de 25, 23, 22 años, en fin, otra gafapastada absurda que algunos ven como muy cool.
Otro aspecto, es la banda sonora, me inclino por la del siempre eficiente Marco Beltrami, experto en remakes y que siempre logra el impacto deseado. Pensar en Donaggio me recuerda ese fragmento en el que las chicas hacen ginmasia a golpe de música de peli de Jaimito italiano, con ese “cuacuacua, cuacuacua…” tan horrendo como ridículo. Si bien es cierto, que resulta efectivo y perturbador en los momentos clave, donde Donaggio saca lo mejor, especialmente en el baile final y también en el inicio con la escena de la ducha.
Por los gordos y feos, también existen, y se ven perfectamente en varios planos del instituto, gente normal que entra y sale, sólo que no son el objeto de la película. En este caso, como lo fue antaño la trama gira en torno al grupo guay y pijo, de ahí el aspecto que los dan.
La escena final es como era de esperar espectacular, quizás algo excesiva, pero muy efectiva y ofrece lo que se espera de ella. Sr. De Palma, cuidado con lo que dice porque si usted no le dio más espectacularidad a su película no fue por creatividad sino porque no pudo por las limitaciones del momento, ya se le ha visto el plumero abusando de los efectos en “Misión a Marte” y no lo necesitaba tanto.
Como he dicho, el fin está distante de llegar a ser memorable, el gran problema radica en la dirección, Kimberly Peirce, no tiene personalidad alguna, su puesta en escena es fría y plana, desaprovecha constantemente las posibilidades que tiene delante, creando situaciones atropelladas y mal desarrolladas. Así la transición de Carrie resulta vaga y agujereada, no aporta un desarrollo coherente y sucede demasiado rápido, lo cual manifiesta claramente que las cosas que funcionan lo hacen por inercia que no por pericia.
Aun así la película se deja ver con agrado, no se dejen engañar por gafapastadas absurdas.
Lo mejor:
Moore y Moretz, hacen que la cosa funcione.
- La música de Beltrami.
- Algunas puntualizaciones correctas en la historia (las que menos) que aportan coherencia.
- La escena final
Lo Peor:
- La dirección, nefasta y atropellada.
- El montaje, muchas cosas suceden sin más.