Dice una de las críticas que leí sobre esta película que es un thriller social. Creo que es la calificación perfecta para una película que transcurre con ciertas dosis de intriga y que planea siempre sobre los actos y las consecuencia de los comportamientos sociales de padre e hijos, con el fondo de una sociedad en la que los valores más elementales han pasado a un segundo plano. No hay buenos ni malos, aunque sí que hay personajes, en concreto el de Coronado, con actitudes difíciles de explicar. Si bien la acción transcurre por senderos muy predecibles, la película se sigue con mucho interés y el pretendido giro final, esperado y poco sorprendente, llega ya cuando el espectador está muy implicado en lo que se nos cuenta. Coronado culmina una gran actuación, en la que se echa de menos algo más de presencia de la gran Ana Wagener, en un personaje que no aporta nada y que se le queda indiscutiblemente pequeño para su gran talento. Están más que correctos todos los actores y actrices que aparecen en papeles de hijos. Una vez más, el rastro de las redes sociales, la presencia de las mismas y su importancia entre los jóvenes, capaces de grabar y dejar constancia de lo más horrible de sus actos, aparece para que sea debatida tras la visión de esta interesante película.