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Voto de Luis Guillermo Cardona:
4
Comedia. Drama Elyot y Sibyl se casaron en una gran ceremonia en la iglesia. Amanda y Victor fueron casados por un juez francés de la Paz. Ambas parejas van a un hotel el mismo día y se ponen en la habitación contigua con terrazas colindantes. Las cosas van bien hasta que Amanda ve a su ex marido Elyot en la terraza adyacente... (FILMAFFINITY)
19 de marzo de 2018
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El 18 de agosto de 1930, se estrenaba en el King’s Theatre de Edimburgo, la obra “Private Lives” que escribiera el dramaturgo y actor Noël Coward, la cual también él protagonizaba, secundado por Gertrude Lawrence, Laurence Olivier y Adrienne Allen. Al año siguiente, la obra fue llevada a Broadway… y algunos años después y con otros grupos, sería montada de nuevo en Broadway, Madrid, Londres…

En un marcado tono de comedia, la historia nos habla de dos parejas recién casadas: Elyot y Sybil, que contraen nupcias por la iglesia y Amanda y Victor, que se casan en notaría. Pero resulta que, el marido de aquella y la esposa de éste, sí, Elyot y Amanda, habían sido pareja durante dos años, ¡hasta hace un año!… y ahora tienen la rara suerte de coincidir en habitaciones contiguas en un hotel de Deauville, Normandía, donde cada uno espera pasar su luna de miel con su respectiva pareja… ¡hasta que se descubren el uno a la otra!

Tras la buena acogida que tuvo en el teatro newyorkino, la obra interesó al director Sidney Franklin, y puesta en manos de Hanns Kräly y Richard Schayer para su adaptación, fue llevada al cine teniendo como protagonistas a Norma Shearer, Robert Montgomery, Reginald Denny y Una Merkel.

Desconociendo la obra original, ignoro si el problema es de ésta o de su libre adaptación, pero, aunque el arranque pinta muy bien, sorprende que estando bajo la batuta de un experto en comedias como Sidney Franklin (“The Primitive Lover”, “Her Night of Romance”, “Her Sister from Paris”…), de repente la trama se convierte en un cuasi documental de la habitual vida en pareja de un alto número de estadounidenses, y también de parejas de aquí, de allá y de más allá… y se torne tan pesada como esta suerte de relaciones: Besitos 5 minutos… reproches 30 minutos… y resolución a golpes 5 minutos más.

Esto lo aguantaríamos si se contara con diálogos creativos y novedosos, con situaciones singulares y sorprendentes, y con unas actuaciones emocionantes e ingeniosas, pero, exceptuando la siempre fascinante presencia de Norma Shearer (Amanda) y cierta gracia que posee el personaje de Reginald Denny (Victor), los demás resultan más sosos que airosos; los diálogos sin relieve alguno; la puesta en escena con poquísimo encanto… y uno termina tan fatigado como si tuviera a su propia mujer echando cantaleta.

En lo que he visto hasta ahora, este uno de los puntos más bajos en la filmografía de un director al que tengo en un altísimo aprecio.

Titulo para Latinoamérica: VIDAS PRIVADAS
Luis Guillermo Cardona
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