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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Drama. Romance Basada en la novela del francés Gustave Flaubert, el filme es una crítica de los falsos valores de la burguesía rural francesa del siglo XIX. Minnelli introdujo un prólogo y un epílogo en el que el propio escritor, interpretado por James Mason, se convertía en el narrador de la historia. (FILMAFFINITY)
10 de enero de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Leyó tantas novelas sobre cenicientas que encuentran a sus príncipes; sobre mujeres que nadaron en la abundancia; y sobre bondades existenciales y lugares maravillosos a los que, con solo tener belleza, consigues acceder, que, Emma Roualt, terminó por creer que todo ésto también era posible para ella, pues, “¿qué hay de malo en intentar que lo que te rodee sea bello?”

A sus 20 años y con su belleza intacta, Emma es pretendida por el médico del pueblo donde habita… y casarse con él será un primer paso para el logro de sus ambiciones. Pero, Charles Bovary, es un hombre conforme que no aspira más que a servir a la gente de su comunidad, aún consciente de las muchas limitaciones que ofrece como médico, y ésto deja insatisfecha a Emma, cuyos sueños siguen intactos, y sigue bien dispuesta a aprovechar la primera oportunidad que se le presente en la vida.

Historia de una mujer, cuya vida al ser proyectada en novela, significó censuras y persecuciones para su autor, Gustave Flaubert; y es el mismo escritor (representado por James Mason) quien, en el filme <<MADAME BOVARY>>, vuelve a ponerla a nuestro alcance para que, con conocimiento de causa, juzguemos si se trata de una mujer mala o es una víctima de su entorno social.

Para, Gustav Flaubert (1821-1880), su primera novela -publicada por entregas en la Revue de Paris, en 1856, y en formato de novela al año siguiente-, le sirvió como ocasión para dejar bien recreada la subestimación y el maltrato a la mujer en una sociedad de aristócratas falsos e incompetentes, y una burguesía frívola y oportunista, sin más compromiso que el que pretende alcanzar en beneficio de sí misma. Se enmarcaba entonces en el realismo literario y se mostraba decididamente progresista en un entorno conservadurista y machista por donde se mirase.

Pero, Flaubert tampoco es demasiado benévolo con su personaje, y muestra a, Madame Bovary, incapaz de asumir su rol de madre; ambiciosa hasta el punto de poner al borde de la ruina a su marido; y decidida a tener los amantes que puedan colocarla en el sitial que tanto ha anhelado.

El director, Vincente Minnelli, se ajusta a esta imagen en su versión cinematográfica, logrando un personaje por el que se consigue sentir más consideración que verdadera simpatía. Un eficiente uso de espejos reflejará la visión que cada vez tiene de sí misma Emma Bovary, representada con plena eficacia por la actriz, Jennifer Jones… y ese primer baile, emparejada con Rodolphe Boulanger (Louis Jourdan), es un afortunado juego de cámaras que deja ver la poderosa sensación de embriagamiento emocional por el que pasa la esperanzada mujer.

Al final, con este acertado reflejo femenino, quizás comprendamos que, algunas aspiraciones que a veces nos obsesionan, no son más que vanas y necias ilusiones. Por eso, en ciertos momentos me gusta orar de esta manera: “Señor, estoy deseando fervientemente tal o cual cosa, pero si Tú consideras que no es bueno para mí, concédeme aquello que realmente necesite”.

Título para Latinoamérica: LA SEDUCTORA
Luis Guillermo Cardona
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