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Voto de Luis Guillermo Cardona:
6
Comedia Sátira antibélica sobre los avatares de un hombre que decide formar, por su cuenta y riesgo, un disparatado ejército para aniquilar a los nazis. (FILMAFFINITY)
15 de agosto de 2011
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
A finales de los años 60, el comediante Jerry Lewis estaba librando una guerra interior con su propia carrera, pues, no sólo la Paramount le había cancelado su largo contrato, sino que su paso por la Columbia apenas le alcanzó para cuatro películas, sólo dos de las cuales pudo él dirigir. Ahora, en 1970, es la productora Warner Bros. la que le da otra oportunidad… y, “¿DÓNDE ESTÁ EL FRENTE?”, se convierte en la última película que el famoso artista puede dirigir en Hollywood. El resultado económico tampoco fue satisfactorio, pues ni al público ni a los críticos consiguió gustarles lo suficiente.

¿Había buenas razones para que se diera este resultado?, ¿Estaba justificado este rechazo? En parte, yo creo que Sí. Primero, porque Lewis fue esencialmente un cómico popular y el sello de su éxito se asentaba principalmente en ese rol de tonto gesticulante que, además de que motivaba muchas risas fáciles, hacía sentir al espectador común que no debía sentirse tan mal siendo como era, pues, en ningún caso, ni él ni nadie podía resultar tan tonto como lo eran sus personajes. Y cuando el clown demostraba luego, que su bobada no era más que pura apariencia, el espectador también se alegraba, porque entonces pensaba que también él podía salir adelante.

En la película que ahora nos ocupa, ya Lewis no encuentra –o no busca- más motivo para regresar a sus muecas que cuando su personaje principal (ahora el hombre más rico del mundo, ¡ya no más el pobretón de antes!) se siente frustrado porque no logra ser aceptado en el ejército.

Enseguida uno se pregunta, para qué ubicar el comienzo de la película en la New York de 1943, si lo que va a contársenos está tan colmado de anacronismos, de transgresiones históricas y de licencias con lo verosímil, que esta comedia no parece más que un arrebato anárquico con el que, Jerry Lewis, pareciera decirnos que, todo lo que se dice sobre la guerra, es tan falso como lo que él mismo nos está contando. Cuando uno nota las escasas diferencias que hay entre los militares alemanes y los americanos, y denota la actitud de ridiculizar a ambos bandos, presiente que en este cuento no se trata de mostrar quienes son los buenos y quienes los malos, sino de que es con mucho dinero que se hace la guerra… y es por mucho, pero mucho dinero, más los eternos afanes de expansionismo, que ésta se lleva a cabo.

Infortunadamente, mucha parte del filme huele a más de lo mismo: Lewis haciendo diversos personajes harto conocidos y con salidas poco novedosas. La inevitable remembranza de viejos filmes: “El maquinista de La General”, “El gran dictador”, “La fuerza de las armas”… Y sólo escasos momentos de un fino humor y de efectiva sátira, pueden descubrirse en un filme que casi resulta aburrido y se sostiene con marcada dificultad.
Luis Guillermo Cardona
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