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Voto de Luis Guillermo Cardona:
10
Drama Adaptación de la novela homónima de Henry James, que se desarrolla en Londres y Venecia a principios del siglo XX. Una joven de origen humilde es acogida por una tía millonaria que pertenece a la alta sociedad inglesa. Lo malo es que se enamora de un periodista pobre y sin prestigio que tiene vedado el acceso a su mundo. Entonces urde un maligno plan que consiste en que él consiga enamorar a una joven rica y mortalmente enferma; de ese ... [+]
25 de septiembre de 2014
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Qué maravilloso placer el que produce leer los cuentos y novelas de Henry James y cuán agradable es ver sus obras llevadas al cine en lo cual, por fortuna, se ha acertado en un buen número de casos! Profundo conocedor del comportamiento humano y dueño de un gran estilo narrativo, James gozaba además de una gran capacidad para detectar donde había una historia original que consiguiera rozarnos el alma, mientras con gran agudeza deja abierta la piel de las más sensibles y complejas problemáticas humanas.

“Las alas de la paloma” (1902), está catalogada como otra de sus grandes obras. Infortunadamente me debo su lectura, pero la versión cinematográfica que ha realizado el director inglés Iain Softley, me ha dejado plenamente satisfecho porque he sentido su capacidad de llegar hasta el alma de sus personajes, consiguiendo que digan más con sus miradas y gestos que con sus propias palabras. Y es aquí donde el espectador tiene que asegurar una disposición plena y satisfactoria al momento de apreciar el filme, porque de lo contrario, terminará rozando apenas la epidermis de una obra que goza de una profundidad de sentimientos, de una calidad humana y de una brillantez que la hace digna de toda perpetuidad: Como historia de amor, como lucha de clases, como tratado de la ambición… y como apología de la dignidad, “LAS ALAS DE LA PALOMA” se desenvuelve sensiblemente y con una fuerza emocional que te remueve las entrañas.

Basta ver esa imperiosa y apasionada escena de amor entre Kate y Merton durante la fiesta de las máscaras; ese decisivo encuentro entre Milly y Merton cuando ella ya sabe la verdad; o esa última e impactante entrega entre Kate y Merton, donde el alma aflora irremediablemente… y ahí se tiene momentos de cine excelso complementado con una arrobadora banda sonora de Edward Shearmur que te posee poro por poro.

En cada uno de los miembros de este triángulo amoroso hay una gran fuerza interior, y hagan lo que hagan, consigues acogerlos sin emitir juicios de índole alguna, porque en su interior hay fuerzas muy poderosas que se debaten en ese común duelo entre el ser y el tener… donde por fortuna imperará la única razón que puede traer paz al cuerpo y luz al espíritu.

Helena Bonham Carter, Linus Roach y Alison Elliott, lucen magníficamente como ese trío de buscadores de la felicidad que, por caminos diversos y enrevesados, consiguen llegar a ese sitial que tanto agrada al Gran tentador, donde se deja exaltada a la especie humana y la evolución sigue enhiesta su camino.

Y encontrarán aquí, la gran prueba de que el romanticismo de Venecia no es más que otro mito, pues es la magia que envuelve los sentimientos de los enamorados que allí llegan, y la fascinación de aquellos que, al conocerse, consiguen enamorarse, lo que hace que todo luzca bello. Esto es, en términos generales, lo que hace posible que éste o cualquier otro lugar, se torne inolvidable. Justa pues la expresión de Merton: “Yo tumbaría todo esto y construiría casas para los pobres”.

Un inevitable parentesco entre esta historia y la de “Retrato de una dama”, que Henry James publicara dos décadas atrás, es posible advertirlo fácilmente, siendo los personajes centrales una suerte de variación de los que ya conocimos en aquella novela.

“LAS ALAS DE LA PALOMA” es un magnífico ejemplo de romanticismo cinematográfico.
Luis Guillermo Cardona
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