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Voto de Natxo Borràs:
7
Aventuras. Romance La ciudad de Troya resulta un obstáculo para la expansión comercial de los estados griegos. Por esta razón, Príamo, rey de Troya, con el fin de preservar la paz, envía a su hijo, el príncipe Paris, a Micenas, a negociar con los reyes helenos. Pero Paris se enamora de Helena, la esposa de Menelao, rey de Micenas, y la rapta. Así estalla la guerra de Troya. (FILMAFFINITY)
13 de agosto de 2011
18 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
La fortificada ciudad de Troya se erige orgullosa de los otros reinos griegos, provocando la animadversión de éstos hacia el reinado de Priam (Sir Cedric Hardwicke), cuyo hijo el príncipe Paris (Jack Sernas) decide partir a Grecia en son de paz ante la oposición de sus hermanos Héctor (Harry Andrews), Aeneas (Ronald Lewis)y su hermana Cassandra (Janette Scott) que vaticina serios augurios en su destino. Durante el viaje, Paris naufraga hacia una playa donde es atendido nada más ni nada menos que por Helena (Rossana Podestà) esposa del rey Menelao (Niall McGinnis) y la esclava Andraste (Brigitte Bardot). Así comienza uno de los periplos más recordados en los pasajes de la “Ilíada” de Homero: el desencadenamiento del asedio y toma de la ciudad de Troya por el amor de una reina.

Rodada en los enormes estudios romanos de Cineccità pero con presupuesto ampliamente norteamericano, Robert Wise acabó elaborando un “péplum” de tomo y lomo que sin caer en una excesiva duración, nos enfrasca en un relato clásico convertido en espectáculo; muy propio en el género durante la época en que empezaban a surgir productos más bíblicos como “Ben-Hur” (1959) de William Wyler” o “Los Diez mandamientos” (1960) de Cecil B. De Mille cargados de mensaje y moraleja.

“Helena de Troya” simplemente entretiene y como historia de amor convence. Su repertorio, no muy conocido a excepción de la presencia del gran Sir Cedric Hardwicke, está a la altura de las expectativas. La presencia primeriza de una jovencísima Brigitte Bardot en el papel de esclava no pasa de la anécdota si tenemos en cuenta que tan solo contaba con veintidós inocentes añitos (igual que la edad de la Podestà aunque ésta tenía las de ganar por los pasadizos de la fama) y, como el resto del reparto, mayoritariamente europeo, cumplen con sus funciones en un proyecto que Wise apostó fuertemente pero que acabó siendo un trabajo del que no se le recordará.
Natxo Borràs
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