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España España · Madrid
Voto de keizz:
8
I Am Not Your Negro
2016 Estados Unidos
Documental, Intervenciones de: James Baldwin
7,2
2.107
Documental El escritor James Baldwin cuenta la historia del movimiento afrocamericano en la América moderna, en forma de extensión de su libro sin terminar "Remember This House". (FILMAFFINITY)
4 de mayo de 2017
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Documental dirigido por Raoul Peck, basado en los textos inacabados del escritor James Baldwin, que fue un ferviente defensor de los derechos de los afroamericanos en la segunda mitad del siglo XX. En el citado texto, Baldwin habla de tres activistas que lucharon junto a él por los derechos civiles y que fueron asesinados en los años sesenta: Megar Evers, Malcolm X y Martin Luther King.

A los textos de Baldwin les pone voz Samuel L. Jackson, que hace de narrador durante toda la película. No se trata estrictamente de un documental sobre el racismo, más bien es un ensayo acerca de la convivencia entre blancos y negros en Estados Unidos, una mirada directa al fondo de un problema que lleva siglos abierto y no termina nunca de cerrarse.

Raoul Peck compone la película a partir de los escritos de Baldwin y los intercala con montones de imágenes de los años 60 en las que aparece el propio Baldwin en entrevistas y discursos, así como impactantes documentos audiovisuales de aquellos años que sirven como apoyo a los textos de Baldwin. De hecho, las poderosas imágenes que utiliza y el acertado montaje hacen que la película sea casi más un ensayo visual que otra cosa, pues dichas imágenes aportan aún más información que las palabras.

La columna vertebral de la obra son los tres activistas asesinados: Evers, Malcolm X y Luther King. Tres personas que luchaban por lo mismo pero de muy diferentes modos. Tenían muy poco o nada en común, salvo el hecho de rebelarse contra la segregación racial del país en que vivían, y el de haber tenido un trágico y violento final. En ellos se sostiene la trama del libro de Baldwin y a partir de ahí se desarrolla el tema hasta hacernos entender que el problema sigue vivo y que es mucho más profundo de lo que parece, que va bastante más allá del modo convencional en que solemos mirar el asunto del racismo.

Peck no se sirve de testimonios actuales. Al contrario, todas las imágenes son de archivo, y son las palabras de Baldwin en la voz de Jackson las que nos van llevando de la mano por este viaje al núcleo del problema racial, desde un punto de vista mordaz que hace que se agudice nuestro desconcierto al comprobar los niveles de ignorancia y de carencias humanísticas que subyacen en la discriminación y el uso de la violencia para mantenerla.

La figura de James Baldwin termina por fascinarnos. Debo admitir que no le conocía antes de ver la película y que salí del cine hechizado por su inteligencia y su elocuencia. La escena del programa de televisión en la que destroza dialécticamente a un tertuliano que va de listo es para que lo hubieran sacado a hombros del plató. Esa escena por sí sola ya te devuelve el dinero de la entrada.

Hay que alabar el buen hacer de Raoul Peck, y lo que logra con unas pocas páginas escritas por Baldwin y un montón de imágenes de archivo. Su maestría a la hora de intercalar imágenes de todo tipo, fotografías, trozos de entrevistas, programas de televisión, anuncios, recortes de periódicos, clips cinematográficos, escenas de violencia callejera, en fin, un montón de material, corría el riesgo de convertirse en un montón de información inconexa y difícil de entender, pero Peck sabe darle forma a todo eso y el resultado es una obra cuidada y precisa en la que todo encaja.

Quizá es discutible el uso que se hace de John Wayne y Doris Day, a quienes se pone como paradigma de los hombres y mujeres blancos de la época, como modelos del hombre y la mujer blanca que todos querrían ser. Yo creo que Wayne y Day no tienen culpa de representar ciertos papeles en el cine. Pero a pesar de ello, uno no puede quedarse indiferente ante semejante cantidad de elocuencia expresada en una pantalla referida a una realidad aplastante.

“I am not your negro” tiene mucha potencia, y mi único pero es que todo está demasiado comprimido. El tema daba para una película bastante más larga, y me excito solo de pensar en que en vez de esta película de hora y media se hubiese hecho una serie de TV., de diez capítulos.

En todo caso, estamos ante un relato apasionante que me ha permitido descubrir a alguien tan sumamente interesante como James Baldwin, un tipo admirable con una enorme capacidad para utilizar la palabra oral o escrita como arma arrojadiza, cuyas críticas siempre eran constructivas, y cuya elocuencia con regusto a tristeza me asombra, al tiempo que me hace preguntarme: ¿Cómo puede ser que haya tardado tanto tiempo en conocer a este señor?

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keizz
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