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España España · Madrid
Voto de keizz:
9
Acción. Cine negro. Thriller. Drama Shahid Khan y Sultana Daku son dos asaltadores de trenes rivales. Cuando Shahid se convierte en un renegado, se ve obligado a trabajar en la mina propiedad de Ramadhir Singh. Años después, su hijo Sardar querrá restaurar el honor de su padre, iniciando una venganza contra el clan Daku que lo convertirá en uno de los hombres más temidos en la India. (FILMAFFINITY)
5 de mayo de 2014
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al igual que sucedió en la primera parte, el inicio de esta segunda entrega es vertiginoso. Arranca con la escena final de la primera parte, para ponernos en situación. A mi no me hizo falta porque ví la primera parte el día anterior. A partir de ahí, una constante descarga de adrenalina audiovisual que hace que te claves a la butaca y te dejes caer hacia abajo por si acaso se escapa un tiro.

Si la primera parte de “Gangs of Wasseypur” es buena, la segunda es gloriosa. Excepcional trabajo de Anurag Kashyap, que no tiene ningún problema en permitir que se le note a la legua que bebe de Scorsese, de Tarantino, de Peckinpah, no solo no se molesta en disimularlo sino que diría que se esfuerza en que se note. Y me parece muy bien. A los fans de esos directores, esta película les sabrá a gloria, como me ha sabido a mi.

No se si la idea inicial de este proyecto era hacer una película con dos partes, o esto surgió después del montaje, al ver que les había quedado una historia de más de cinco horas. Sea como fuere, una vez vistas, creo que ha sido un gran acierto. Condensar toda esta historia en una sola película de dos horas habría sido imposible, resultaría una chapuza impresentable. Y claro, hacer una única película de cinco horas, por muy buena que fuera es inviable. Por tanto, dejarla en dos es perfecta. Porque salen dos peliculones, y, si como yo, las ves seguidas o con poco tiempo de diferencia, lo que se te queda en la mente es una única película, una obra global y maravillosa, pero la has vivido dos veces, con lo que la experiencia es doblemente gratificante.

En esta segunda parte, el protagonista indiscutible es Faizal Khan. Al igual que sucede con Michael Corleone en “El padrino”, Faizal en principio parece el hijo menos interesado en los negocios y las venganzas familiares. Parece pusilánime y pasota. Pero termina haciéndose el jefe de la familia y siendo mucho más temible de lo que nadie se podía imaginar. Al igual que el pequeño de los Corleone, Faizal también tiene que imponer su ley en dos territorios, el interno y el externo. Hacerse respetar con los enemigos de su familia, e imponerse del mismo modo en su propia casa, atajando los brotes de envidia y ambición que inevitablemente surgen dentro de su propia familia.

En este punto, hay que alabar sin reservas la labor de Nawazuddin Siddiqui, el actor que da vida a Faizal con una impecable interpretación. A decir verdad, todos están bien, pero indiscutiblemente su contribución a la grandeza de la película es enorme.

Como pasaba en la primera parte, la película no son sólo tiros y sangre. Kashyap retrata a la sociedad hindú con mimo y precisión, e introduce elementos melodramáticos en la película, historias de amor, canciones, humor, etc. Lo que pasa es que el ritmo trepidante y las escenas de acción pueden con todo. Son tan impactantes las secuencias de vendetta, persecuciones, tiroteos y asesinatos en general, que pueden con todo. Al final, son estas escenas lo que se te queda dentro, por lo que el resto de elementos de la película terminan pesando mucho menos.

En esta segunda parte creo que hay más canciones que en la primera, supongo que el cine hindú sin canciones debe ser algo inadmisible. Pero de todos modos, tampoco son muchas, y se hacen muy llevaderas. Incluso diría que están bien, y desde luego nunca son gratuitas, siempre vienen al caso, cantan en un funeral o en una boda, cosas así. Totalmente asumible.

La maestría con que Kashyap plasma esta historia en la pantalla me ha impresionado. El ritmo perfecto, el trabajo de dirección extraordinario, y la manera en que lidia con las escenas más violentas es espectacular. Es en estas escenas donde Kashyap da el do de pecho. Disparos a quemarropa, decapitaciones, bombas, cuchilladas, pero por encima de todo las secuencias de los tiroteos son sublimes. La grandilocuente escena del asalto a la casa de los Kahn puede ser una de las mejores de este tipo que he visto en mi vida. Su realismo y su dantesco desarrollo quedarán en mi recuerdo formando parte de esas secuencias cinematográficas que forman parte de la historia de cada uno.

Hay escenas que dejan caer gotas de humor, o que a mí por lo menos me hicieron sonreir, como los nombres de los hermanos pequeños de Faizal, el atentado chapuza a Sultán en el mercado de frutas, descarado guiño a “El padrino”, o la conversación en la que ninguno de la familia sabe el porqué del nombre de Definite, ni si es su verdadero nombre o no; y, por encima de todas, la escena de la persecución de uno a otro en sendas motos, y ambas paran a echar gasolina en la misma gasolinera y luego siguen la persecución….

A estas alturas, seguro que todos ya sabéis que la película me ha gustado mucho, pero por si acaso, lo ratifico. Juntando las dos partes son más de cinco horas de cine con mayúsculas. Película ambiciosa, estimulante, inolvidable. Combina brillantemente el estilo y los ritos clásicos de la India con las maneras del cine occidental de toda la vida. Reinventando el cine de gansters, poderosa y exquisita a la vez, “Gangs of Wasseypur” ya es un clásico. Al menos, para mí.

Crítica completa en http://keizzine.wordpress.com/2014/05/04/gangs-of-wasseypur-parte-2/
keizz
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