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España España · Madrid
Voto de keizz:
5
Drama Steve Butler (Matt Damon), un ejecutivo de una gran empresa, llega a un pueblo con una compañera de trabajo (Frances McDormand) para comprar los derechos de perforación a los propietarios de las tierras, casi todos ganaderos. En esa población, asolada por la crisis económica de los últimos años, Steve intentará convencer a la gente de los beneficios de perforar sus tierras, pero también tendrá ocasión de reconsiderar lo que ha sido su ... [+]
12 de marzo de 2014
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Steve (Matt Damon) y Sue (Frances McDormand) son dos empleados de una compañía de Gas, que llegan a un pequeño pueblo cuyos habitantes tienen serios problemas económicos, para convencerles de que les permitan instalar gas natural haciendo perforaciones en los terrenos que poseen. Como las ofertas económicas son buenas y el dinero hace mucha falta, al principio parece que será pan comido. Pero poco a poco las cosas se van complicando. Resulta que la técnica de perforación que usa la empresa (denominada “fractura hidráulica”) puede tener peligrosos efectos secundarios de tipo medioambiental.

Como ya os podeis imaginar, estamos ante la típica película americana con moraleja. A mi juicio, de un modo excesivo. Yo creo que las películas tienen que ser películas ante todo. Y bueno, está bien que algunas tengan un cierto mensaje, pero cuando una película pone por delante el mensaje de la obra de arte, no me suele gustar mucho. Este es uno de esos casos. El empleado de la empresa que tiene que convencer a los del pueblo para que instalen el gas, en principio es un trepa sin remordimientos éticos con tal de lograr su objetivo. Pero poco a poco, el ambiente del pueblo y su gente (así como los recuerdos de su niñez en una granja) le van minando la conciencia hasta conseguir crearle un auténtico dilema moral. Esto lo he visto un millón de veces en las películas, y muy pocas o ninguna en la vida real.

La dirección de la cinta corre a cargo de Gus Van Sant. Un director que me gustaba hace años, en sus inicios. Rodó interesantes peliculas como “Drugstore cowboy”, “Mi Idaho privado”, “Todo por un sueño”, etc. Llegó a la cúspide con “El indomable Wil Hunting”, aunque a mí me gusta menos que a casi todo el mundo, y a partir de ahí ha tenido una trayectoria errática. Para mi gusto, ha ido de más a menos y yo ya le he perdido la fe.

En cuanto a los actores, Matt Damon es mejor actor de lo que a mi me parece. Le tengo cierta manía, y por eso no soy muy objetivo, así que seguro que tiene algo más de talento del que yo le veo. Por su parte, Frances McDormand es bastante buena actriz, bien exprimida por los Coen, pero en esta película tiene un papel bastante discreto del que no había mucho jugo que sacar.

Como comprendereis, una película que propone la pelea cuestiones medioambientales versus dinero, ya nos está desvelando el final. Se trata de un film de cultura americana 100 %, tan aficionados ellos a los desenlaces típicos de cuento de hadas. Vale, es un desenlace positivo, esperanzado, pero …. ¿alguien puede creerselo? Yo, desde luego, no.

No me llegó nada de la película. Por momentos dudaba si estaba en una sala de cine o en un meeting ecologista. Solamente la aparición del gran Hal Holbrook en su pequeño papel me reconciliaba con el cine. Y no porque hiciera nada destacado, sino más bien por la alegría de verle todavía haciendo películas, por el recuerdo de tantas buenas interpretaciones. Siempre que le veo pienso que será la última vez que le veré en una película, y el cabrón siempre hace que me equivoque. Qué grande, ojalá vuelva a equivocarme esta vez.

Que se me entienda, la película no es un desastre. Se deja ver, es entretenida, no aburre, tiene un mínimo exigible. Pero claro, es totalmente increíble. Y en ocasiones, grotesca. No hay quien se trague que dos empleados que llevan toda la vida engañando a la gente para sacar beneficios, ahora vean la luz y se vuelvan éticos gracias a unos pueblerinos que, por supuesto, están más interesados en el medio ambiente que en ganar dinero. No hay quien se trague el triángulo amoroso que propone la historia, totalmente increíble. No hay quien trague tantos tópicos gigantescos en una sola película. La parte final de la cinta confirma todo lo que te vas temiendo a lo largo de toda la película. Deseas que no pase, que no sea todo tan obvio, pero lo es. Los buenos ganan. Los malos pierden. Algunos malos se convierten en buenos. La chica más guapa del pueblo (por supuesto, vive sola y sin novio) se queda con el chico de la ciudad. El chico malo se convierte en bueno por amor y no le importa perder el trabajo a cambio de poder quedarse en el pueblo y gustar a la chica. Vamos, lo de siempre. Lo habitual en la cultura cinematográfica americana que trata a los espectadores como si fueramos niños de seis años.
keizz
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