Sin ánimos de ofender a nadie, me atrevo a decir que, por aquellos tiempos, las series esas de fuego, las que marcaban una huella, eran ni más ni menos que Dragon Ball Z, Los Caballeros del Zodíaco y Oliver y Benji. Esas eran "las" series que veíamos los pibes. Después había otras, que miraban las mujeres, que miraban algunos medios giles, entre las cuales se encontraban Ranma 1/2 y las Sailor Moon. Me acuerdo que una vez, junto con otros amigos con los cuales compartíamos la sagrada pasión por las series nombradas en el primer pelotón, caímos de imprevisto en la casa de otro pibe, y lo agarramos viendo Ranma 1/2. No se lo perdonamos hasta que terminamos de cursar ese año. No podía estar viendo eso, no tenía razón. No estaba a la altura, ni él ni la serie.

En resumen ha quedado claro que ésta serie no pertenece a las mejores series de animación japonesas, porque no enganchaba, y porque fundamentalmente, no marcaba pasión entre sus seguidores.