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España España · Barcelona
Voto de Olivares:
7
Drama. Romance Francisco Galván de Montemayor, un hombre adinerado de apariencia tranquila, conservador, religioso y virgen, como cada Jueves Santo asiste a la ceremonia del mandatum, el lavatorio de pies que el sacerdote efectúa con singular delectación. Al ver los sensuales pies de una joven sentada en primera fila se queda prendado de su serena belleza. Francisco logra averiguar que la mujer de sus sueños se llama Gloria y va a contraer matrimonio ... [+]
15 de noviembre de 2010
13 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
“ÉL” (1953) Luis Buñuel

Si algo no se puede negar a esta película es la vigencia y “modernidad” de su tema: el maltrato de la mujer en el matrimonio. Luis Buñuel se adelantó una vez más a su tiempo, a lo políticamente correcto, e hizo un film que en España le hubiera causado algo más que problemas (desconozco la opinión que mereció en México). Pero no es éste el lugar para hablar de la fuga de cerebros que sufrió (y sufre) España. Vayamos al film, y para variar, empezaremos por lo “malo” de la película.

Pese a esa “modernidad” innegable, el film adolece en casi todo su metraje de un clasicismo formal que aunque entendible (sobretodo tratándose de una producción Columbia), sigue siendo decepcionante para Buñuel. La estructura resulta engañosa, ya que aunque toda la parte central del film es un flashback gigante donde la protagonista explica a su antiguo prometido y amigo como ha sido su matrimonio, esto no altera para nada la estructura real del relato en tres actos, que es tan manida y previsible que llega a aburrir. Se genera expectativa sobre la resolución, sí, pero de una manera que ya hemos visto y revisto. Hecho. Vayamos ahora a la bueno de este film, que hay y mucho:

La puesta en escena destaca por la tendencia a los planos-secuencia en los diálogos de los protagonistas, que le da una gran fluidez al relato y además permite a los dos actores (buena actuación de ambos creo yo) dar lo mejor de sí.

También la dirección artística tiene una gran repercusión en el film, especialmente el decorado: una casa modernista donde abundan las líneas curvas y cierta sobrecarga decorativa, que nos sugieren la inestabilidad emocional del protagonista.

Y sobretodo, lo que realmente tiene de meritorio este film, y a partir de dónde le podemos sacar todo el jugo y los motivos para verla, es que el protagonista de la película no es la víctima, si no el maltratador. Esto convierte al film en un viaje a la mente de una persona con unos problemas emocionales, que aunque muy serios, no lo hacen un monstruo. Eso es lo más aterrador. Francisco, no deja en ningún momento de ser de carne y hueso, y Buñuel nos posiciona de su lado, lo queramos o no. Y como eso sería quizá algo morbosamente gratuito, el contexto del personaje nos deja en pinceladas los oscuros motivos de toda esa violencia. Obviamente, él es descendiente de terratenientes, un hombre rico y que además quiere recuperar tierras perdidas. Eso lo aplica a su esposa, que pasa a ser parte de su propiedad, y al igual que con las tierras, sufrirá un miedo constante a que se las arrebaten.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Olivares
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