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España España · Alcalá de Henares
Voto de DavidHitch:
9
Drama Historia de un matrimonio (Ilona y Lauri) cuya relación y dignidad son puestas a prueba por los duros golpes de la vida. La pareja no suele correr riesgos y vive en un modesto apartamento de alquiler. Pero Ilona (Kati Outinen) pierde su empleo como camarera en el restaurante Dubrovnik, en Helsinki. Por si esto fuera poco, acaba enterándose de que Lauri (Kari Väänänen) ya hace un mes que ha sido despedido de su trabajo como conductor de tranvía. (FILMAFFINITY) [+]
25 de agosto de 2012
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película es una muestra de que el espectador de cine ha cambiado o, al menos, de que está en ello. El nivel de dramatismo de esta historia no es menor ni mayor del que nos pudiéramos encontrar en cualquier reconocida obra de cine clásico. Lo diferente aquí son, al menos, dos cosas: 1) el carácter político y social de la historia; 2) el estilo absolutamente ascético y sobrio.

Lo mejor de todo, de esta película, es que no es un fuego de artificio, no es una cana al aire, un petardo de feria mal explorado, no. Es el estilo firme y convencido de este puñetero director finlandés, cuyas películas parecen contener imágenes cargadas de finos bisturís que apuntan al corazón y la conciencia del espectador. Suerte que también sabe ofrecerte un café en su momento, como Lauri a Ilona, o arroparte con la manta. Y es esa capacidad para aceptar esos bisturís, para recibirlos y no asustarse por la sangre, lo que creo que define a ese nuevo espectador.

Es muy difícil hablar tanto y tan bien con tan pocas palabras y con tan poco -aparente- entusiasmo sobre un tema que quizás haya estado tapado por algunos "nubarrones" para haberse hecho ahora tan evidente para -hablo por mí país- los españoles. Qué alegato en favor de la decencia, de la honradez, de la valentía y de todo ello junto.

¿Acaso alguna vez hemos dejado de estar gobernados por interesados a cargo y a sueldo de otros interesados? ¿Acaso alguna vez la codicia no ha habitado y guiado las decisiones políticas o las de sus amigos los altos empresarios, de las que es imposible escapar? ¿Acaso alguna vez el tema del desempleo ha dejado de ser actual? Quizás haya sido un buen nubarrón, de los que dejan bien aturdidos, lo que nos haya hecho pensar lo contrario.

Lo que se puede tener claro que siempre ha sido de reconocer es el buen gusto, la elegancia, la sutileza, la maestría. A través de escasos y sólo necesarios diálogos, de alguna lágrima y de mucha angustia, Aki Kaurismäki nos muestra el devenir por la aventura del desempleo de dos personas -sobre todo una de ellas- ejemplares.
DavidHitch
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