De lo peor de la década, digna compañía de Alien vs Predator y Electra. El aburrimiento, la pesadez extrema del film (muy pobre en ideas, por cierto) no logra ser modificado por la excesiva violencia. Si se trata de escenas crudas y artísticas, uno puede encontrarse con cosas agradables, como Asesinos Naturales. Pero aquí la violencia es simple truco de taquilla, y el resultado es evidente: pura intrascendencia, pura pérdida de tiempo. Que Dios se apiade de todo el elenco, que se prostituyó al participar en semejante bazofia. Hasta el cómic supera este esperpento.