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España España · Madrid
Voto de Barfly:
9
Drama Un anciano matrimonio reúne a cuatro de sus hijos, ya independizados, para comunicarles que están arruinados y los van a desahuciar en un plazo muy breve. Los hijos deciden entonces repartirse a sus padres: uno se queda con la madre y otro con el padre, lo que supone un duro golpe para los ancianos, ya que han vivido juntos toda la vida. (FILMAFFINITY)
18 de enero de 2009
112 de 121 usuarios han encontrado esta crítica útil
Escalofriante. Creo que aún tirito de la emoción.

Me llamó la atención, e igual que a mí supongo que a muchos otros, la elevadísima nota que tenía en filmaffinity.

Pues bien, estamos ante uno de los casos en los que tratar de reducir una película a una nota o una triste reseña en un foro carece del más mínimo de los sentidos.

Pero bueno, aquí estoy yo, alimentando el sinsentido.

Básicamente, estamos ante una de las películas más rabiosamente conmovedoras que he visto jamás. Y desde Alvin Straight y su cortadora de césped, no veía delante de una cámara a unos ancianos más insoportablemente entrañables que estos, enamorados hasta el delirio y víctimas de la recalcitrante nostalgia y del implacable paso del tiempo.

El siniestro análisis del egoísmo humano, encarnado en la figura de sus hijos, que lleva a cabo esta película aterra. Y la profunda amargura que encierra la aparente luminosidad de la película es un prodigio de buen hacer, de amor al cine, de sabiduría ante las dichas y miserias de la existencia.

"Cuando se tienen 17 años uno piensa en divertirse. Cuando tienes 70, la máxima diversión consiste en fingir que no te importa enfrentarte a los hechos... ¿te importaría que siguiera fingiendo?". Cuando la abuela le incrusta semejante obús en la cara a su nieta, yo no sabía dónde meterme, de verdad.

Hacía bastante tiempo que no lloraba de esta forma en el primer visionado de una película.

Y ahora acabo de leer que era la película favorito de un famoso director, y que otro famoso director afirmaba que "hacía llorar a las piedras".

El primero es John Ford y el segundo, Orson Welles.

Mal gusto no tenían, no.
Barfly
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