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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
9
Comedia. Drama Un hombre rico que vive solo con la única compañía de sus criados, se aburre mortalmente hasta que un día pasa un circo cerca de su casa. (FILMAFFINITY)
10 de octubre de 2014
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
140/15(21/09/14) El injustamente olvidado Pierre Étaix demuestra en esta enternecedora cinta que era un cineasta imaginativo, fascinante, conmovedor, como he leído era un payaso con alma de poeta, director guionista y protagonista preocupado en que la gente valorará la alegría de vivir, independientemente de lo poco o mucho que tuvieran, un humanista. Étaix es un prodigioso creador de humor gestual, componiendo coreografías extraordinarias donde todas las piezas encajan como en un tetris para producir no una carcajada, pero si para mantener un gesto de felicidad durante todo el metraje, esto deriva en insuflarnos un chute de pasión por estar vivos. Sinopsis omitida por el límite de caracteres.

Guionizado por Étaix y Jean-Claude carriere (“Cyrano de Bergerac”), el realizador dijo del film <Puse todo lo que amo en él>, se refiere al tributo a su padre fallecido hacia poco en accidente de tráfico y a su amado mundo del circo. Étaix dijo inspirarse en Fellini 8 y medio. El film desde su potente inicio, primero se ve el bello palacio, la cámara recorre un ampuloso pasillo adornadas sus paredes de cuadros de aristócratas antepasados, delante de cada uno de ellos vemos lo que hizo amasar su fortuna, uno de ellos con una torre de extracción de petróleo, otro con un gran barco, otro con una fábrica, de pronto la imagen se detiene en uno de ellos y la pintura cobra vida, el personaje coge su yoyo y empieza a jugar con él, en realidad era un espejo, vemos al protagonista que no sabe hacer moverse el yoyo, se cabrea y pega una patada a una silla, saliendo dolorido, y nos adentramos en un mundo donde se encadenan gag sobre gag con una exquisita elegancia propia del mejor Buster Keaton, Chaplin o Harold Lloyd, remaneciendo una delicada nostalgia donde priman los momentos de humor gestual y físico. Además Éatix realiza un evocador fresco de parte del SXX, la época dorada de la bolsa que se supone es la cresta de la ola en la que vive el protagonista, la llegada del sonido al cine, el Crack del 29, como la irrupción del cine arrinconó el circo, la WWII, la Guerra Fría, el boom de la televisión, componiendo un collage de este recorrido vital de modo turbador por lo maravillosamente que queda retratado, con una dulzura epicúrea, un sentido del buen gusto sibarita, excelente sensibilidad, con un lirismo visual trémulo. Durante la primera parte el homenaje al cine humorístico es manifiesto, pues no hay diálogos, priman los sonidos ambientales.

La cinta posee una muy elegante puesta en escena con una hermosísima primera parte en el neoclásico Palacio Porges Château de Rochefort-en-Yvelines, palacio inspirado en el Palacio de la Legión de Honor en París doblando proporciones, lugar ideado por el checo Jules Porges (magnate del diamante) como regalo para su esposa, Rose Anna Wodianer, comenzado en 1899 y terminado en 1904, el palacio durante la Gran Guerra fue un hospital militar, durante la WWII fue ocupado por los nazis, tras ellos los americanos se establecieron allí hasta 1945. Tras pasar por varias manos desde 2008 se dedica a la celebración de seminarios de negocios. Pues los diseñadores de producción Raymond Gabutti (“Los Niños Del Paraíso”) & Raymond Tournon (“El Pretendiente”), saben jugar de modo prodigioso con el lugar, exprimiéndolo para extraer lo fatuo de su grandiosidad, a esto se añade la fenomenal fotografía de Jean Boffety (“Los Unos Y Los Otros”), que se mueve con primorosa elegancia para captar las expresiones y movimientos medidos de los personajes y poder influir en proporcionarnos este humor tan punzante.

Momentos entrañables para el recuerdo son muchos: Su ya mencionado arranque; El mayordomo desaliñado y fumador que tras pasar por una puerta se transforma en muy arreglado; El espectáculo de cabaret en exclusiva para el millonario; La “erótica” mano de una mujer quitando el calzado al millonario con sensuales movimientos; Cuando el Millonario se pone unas gafas supuestamente para leer, un criado le trae unos libros él escoge, se tumba en la cama y el criado le lee la novela; Cuando el millonario saca a pasear a su perrito mediante una pomposa liturgia previa, se sube a su Roll Royce con chófer, un mayordomo lleva al chucho en un cojín lo pone en el suelo, le da la correa a través de la ventanilla del auto y el can por fuera y el rico en coche dan una vuelta por el jardín, solo vemos el guanto del tipo que asoma por la ventanilla mientras el perrito intenta seguir el ritmo, delirante; El Yoyo niño vestido de payasito curiosea por el palacio extasiado con lo que ve, hasta que lo descubren y un elefante lo rescata por una ventana; Cuando el millonario arruinado coloca una soga en el techo y cuando se dispone a subir a un sillón para colgarse unos embargadores se lo lleva, humor mordaz negro; El gag del Crack del 29 donde un tipo que pasea por una calle debe sortear los suicidas que se tiran por las ventanas de las oficinas; El magnífico encadenado de gags que suceden cuando el Roll Royce tira de la caravana; La fascinante elipsis de cómo se hace mayor Yoyo de niño, `vestido de payaso infantil pasa por una cortina tirando de una silla y por el otro lado aparece de payaso adulto; La alegoría de la guerra con los caballos de circo; La parodia de Hitler que se convierte en homenaje a Chaplin por su “El Gran Dictador” La manifestación en una plaza, donde aparecen pancartas con la foto de Lenin, Kral Marx y… Groucho Marx; Cuando Yoyo se dispone a entrar a una Iglesia y se quita el sombrero, antes da una limosna a un pedigüeño sentado en el tranco, en ese momento sale una mujer del Templo y al ver el sombrero de Yoyo le da otra limosna;… (continua en spoiler por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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