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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
8
Drama. Comedia Un joven gitano con poderes telequinésicos es seducido por el dinero fácil que le proporciona trabajar para la mafia. (FILMAFFINITY)
14 de marzo de 2019
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
35/16(28/02/19) Singular dramedia serbia con el peculiar sello distintivo del realizador y guionista de Sarajevo Emir Kusturica (en su segunda dirección), único a la hora de filmar escenas estrafalarias, con acciones en diferentes niveles, con escenarios sobrecargados, con muchos personajes en escena, donde el caos parece reinar, donde el feísmo se funde con el lirismo más turbador, donde la sonrisa siempre va unida a una mueca de amargura, en este caso con líricas dosis de fantasía que dotan de realismo mágico muchas escenas, ello gracias al guión del propio Kusturica junto a Gordan Mihić (“Gato blanco, gato negro”). Filmada en romaní y serbocroata, cuenta la historia de un humilde joven romaní (Perhan encarnado de modo formidable por Davor Dujmovic, por cierto, que tiene un gran parecido con el actor Nicholas Rowe, famoso por dar vida a Sherlock Holmes en “El secreto de la pirámide”) tiene un enorme parecido con ) con poderes telequinéticos que es empujado al mundo de la delincuencia, reflejando su proceso del despertar de la inocencia a la madurez, ello mostrado con fulgor visual, y con una sentida banda sonora. Ello en un relato que descoloca en su tono, comienza como una original comedia romántica en medio de disfuncionales personajes zíngarios, y poco a poco va virando a un drama sombrío. En el Festival de Cine de Cannes de 1989, Emir Kusturica ganó el Premio al Mejor Director y la película también fue nominada a la Palma de Oro. En los 26º Premios Guldbagge en Suecia, ganó el premio a la Mejor Película Extranjera. Además, fue nominada a Mejor Película Extranjera en los Premios César 1990 en Francia. Fue seleccionada como la entrada yugoslava para mejor película en idioma extranjero en los Oscar, pero no fue aceptada como nominada.

La película resulta un homenaje al estilo de vida enmarcada en la antigua (y ahora desgajada) república balcánica de Yugoslavia, sus miserias y sus alegrías zíngara, un microuniverso de sentimientos atomizados, combinando tragedias con fiestas hedonistas, un mundillo vulgar de penurias constantes, donde cohabitan seres caníbales con sus congéneres y personajes ingenuas rebosantes de ingenuidad, una selva darwinista con toques de astracanada, donde solo prima la supervivencia, aunque tenga que ser a costa de humillar al débil. Kusturica lo muestra esto con un estilo festivo, donde lo sucio, lo mugriento, el feísmo lo envuelven todo en miscelánea con lo poético, añadiendo toques fantasiosos propios de las fábulas (la abuela curandera; la telequinesia de Perhan; levitaciones;…), con tramos surrealistas cuasi-alucinógenos, todo con un halo fatalista.

La película se puede partir en tres partes claras, que además sirven de parteaguas de la personalidad del protagonista Perhan: Está todo el comienzo, con fiestas, algarabías, mucho folclore zíngaro, ello adornado por un vigoroso plano-secuencia en que la cámara flota de modo fluido en este poblado gitano, con una presentación ágil y muy bien sintetizada de personajes (seres esperpénticos, histriónicos, codiciosos, pendencieros, ludópatas, lascivos, dulces, borrachos, entrañables y humanos… ), tramo de un humor sobrepasado, para derivar en ese dulce romance que se produce de modo tierno, ella se fija en él, él no percibe la mirada cariñosa de ella, ella lo manipula, lo acerca a ella (con el ardid de: “sabes hacer cal?”), y el amor brota cual ave juvenil que los empodera, pero… (Siempre hay un pero); Y entonces comienza el drama, maximizado con el viaje iniciático de Perhan a Milan (Italia). Donde Perhan bajará a los infiernos de la delincuencia, donde a pesar de lo que le rodea intenta mantener su orgullo, pero aun en este micro-cosmos de inmundicia humana donde el pujante negocio es la mendicidad es capaz de proponer Kusturica momentos de humor negro, como ese modo de ver si los mendigos se guardan dinero para no dárselo a su líder Ahmed; La tercera y última se da una vez Perhan vuelve a su tierra, el clímax donde todo se acelera en una espiral de violencia vengativa.

Davor Dujmovic como Perhan lleva todo el peso de la trama resulta notable. Comienza como un cándido adolescente, huérfano, vive humildemente con su cariñosa abuela, con su hermanita lisiada, y con su badass tío Merdzan. El actor demuestra un creíble arco de desarrollo, gradualmente lo vemos evolucionar. Ello provocando empatía con el espectador que le importa lo que le ocurra. Actor serbobosnio, conocido por sus papeles en varias de las más elogiadas películas de Emir Kusturica como esta, fue Mirza en “Papá está en viaje de negocios” y Bata en “Underground”. Se suicidó en 1999 (cuando aún no tenía 30 años) tras una larga depresión y adicción a las drogas que puso fin al ahorcarse (paradójicamente hay una escena donde intenta colgarse en esta película) en su domicilio en la localidad eslovena de Novo Mesto; Ljubica Adzovic como la abuela Khaditza resulta una presencia entrañable, desprendiendo una gran química con su nieto Perhan, aportándole lecciones de vida, espléndida; Sinolicka Trpkova como Azra, el amor de Perhan, derrocha ternura; Husnija Hasimovicm como el tío Merdzan demuestra una gran comicidad incluso en los perores de las situaciones como en la turbadora secuencia en que ebrio iracundo decide alzar la casa de su abuela en medio de una noche lluviosa; Bora Todorovic como el mafiosillo Ahmed da un villano matizado con alma.

Como defecto le encuentro que no siempre los cambios de tono resultan equilibrados se pueden ver atropellados.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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