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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Terror. Drama Un escritor llamado Paul Sheldon (James Caan) lleva años malgastando su talento con unas románticas historias, de gran éxito comercial, cuya protagonista es una mujer llamada Misery. Decidido a acabar con esta situación, mata al personaje y se refugia en Colorado para escribir una novela seria. Terminado su trabajo, emprende el regreso, pero en una carretera de montaña, pierde el control de su coche y sufre un grave accidente. Annie ... [+]
6 de marzo de 2019
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
24/03(06/02/19) Sobrevalorado thriller psicológico, aunque entretenida realización de Rob Reiner (tiene un cameo como piloto de helicóptero), con guión del recientemente fallecido William Goldman (16/11/2018), con el que trabajó Reiner en la exitosa “La Princesa Prometida” (1987), que a su vez adapta la novela homónima de Stephen King de 1987, donde lo más destacable es su ágil dirección y una gran Kathy Bates en el rol de Annie Wilkes una mala con muchos matices, que tuvo el premio del Oscar a la mejor actuación, curiosamente el único galardón de la academia USA para una adaptación del icónico escritor. Fue Stephen King quien exigió a Rob Reiner como director para llevar a la pantalla la adaptación de su novela "Misery", porque le había gustado mucho el trabajo que realizó con otra obra suya en el filme "Cuenta Conmigo". Además de la oscarizada actriz el reparto resulta de lujo estando presentes James Caan, Lauren Bacall, Richard Farnsworth y Frances Sternhagen. Es una historia sencilla sobre una fanática de un personaje de novela tras un percance rapta al escritor del mismo, y derivando en una relación malsana entre los dos, un duelo con bastante de “Que fue de Baby Jane?” (1962). Una cinta amena, pero que se olvida fácilmente, con mucho de previsible, tirando de clichés, y con un final poco valiente, en un relato donde se pone de modo superficial en entredicho la libertad artística del creador.

King se inspiró para escribir Misery después de que sus supuestos "lectores constantes" rechazaran Eyes of the Dragon (su intento de escribir una novela de fantasía pura). King se sintió encadenado por escribir libros de terror y expresó esta frustración artística en Misery, una historia sobre Paul Sheldon, un autor que comparte sentimientos similares excepto cuando escribe novelas románticas. A Sheldon le gustaría pasar a diferentes estilos, pero se siente atrapado porque el material romántico le brinda mucha fama y dinero. También contó en su momento que escribió el libro de “Misery” basándose en una experiencia propia que, sin alcanzar el grado de terror que sufre su personaje, Paul Sheldon, si le proporcionó a él y a su esposa un buen susto. Un sujeto que se confesó fan suyo irrumpió en la intimidad de su hogar, y asustó a la esposa de King, Tabitha, diciendo que tenía una bomba y que estaba dispuesto a hacerla explotar con tal de morir junto a su adorado escritor. Por suerte la cosa no pasó a mayores y sólo quedó en un gran susto.

Es una película amena, pero que no arriesga, sigue senderos trillados, con momentos de tensión apreciables, con otros de intensidad marcada, radiografiando superficialmente el fanatismo mitómano, donde personas aparentemente normales se transforman por sus vacías existencias en animales salvajes cuando se sienten “violados” en su demencial existencia huera que llenan con mitomanía. Resulta una obra cuasi-teatral, casi toda la acción acontece en el dormitorio donde está postrado Paul Sheldon, de hecho la subtrama que acontece fuera, con el sheriff Buster (Richard Farnsworth) investigando la desaparición del escritor, resulta un McGuffin para estirar los minutos necesarios para ser un largometraje, pues podría haber resultado más claustrofóbica si no nos hubieran sacado de la casa, creando un halo de soledad mayor, y potenciando cual (me vine a la mente) “La huella” (1972) de Joseph L. Mankiewicz, el duelo entre raptor y raptado.

Es una cinta donde la hondura de los personajes es nula, son meros arquetipos, una “loca” de mente bipolar que no tiene matices de personalidad, se nos delinea un pasado pero a brochazos, sin entrar en sus motivaciones; Y Paul Sheldon en un personaje que solo va a rebufo de lo que le va haciendo Annie, no tiene más personalidad que reactiva; Las indagaciones del sheriff son cogidas con papel de fumar, no sostienen un mínimo análisis (“Hay una justicia por encima de la del hombre”).

Kathy Bates encarna de modo fascinante a una Annie Wilkes bipolar, lo hace en una turbadora mezcla de dulzura (ese modo entrañable en que le dice que es su mayor admiradora a Paul) y psicopatía (sublime e impactante ese primer acto de explosión cuando descubre tras leer el manuscrito de Paul que Misery ha muerto), con cambios de humor cortantes, de la ternura a la ira, de la amabilidad a la rabia sádica, apabullante intensidad, aterradora, amenazante con esa dualidad de puritana que no tolera obscenidades en la novela de Paul Sheldon y lo ataca violentamente por esto. Su rostro ordinario, su vestimenta de mujer común, su modo de hablar, de andar, de moverse, le otorgan un carácter bonachón que desborda en sus ataques de locura, manteniendo una química arrolladora con James Caan. Ella representa a esas fans de productos de masas que se dan en muchos campos, como el cine, la música, el deporte, o la literatura en este caso, masas que se adueñan de algo y no llegan a comprender que son tercera persona en esto, simples voyeures al albor del “artista” que da forma a su creación, y terminan creyéndose dueños por el amor que sienten a el mismo, tanto que terminan trastornados en su fandom; James Caan tiene la complicada papeleta de resistir el huracán Bates, y lo hace con vigor, expresando sensaciones, con mucha expresividad, mostrando un dolor y angustia que nos llega, confinado física y psíquicamente en una casa en medio de la nada, demuestra una gran fisicidad moviéndose por la casa disminuido, con mucha credibilidad, con enfrentamientos fenomenales con la villana, con gestos divertidos como ese beso (hipócrita) que le manda a ella desde la ventana, notable. Representa el actor a Paul Sheldon, al artista encasillado que intenta escapar a su camino trillado, el artista cansado que no pude huir del éxito. Lástima que su rol sea tan esquemático y poco profundo, solo hay lo que vemos, no sabemos nada de él;... (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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