Haz click aquí para copiar la URL
España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Thriller. Drama La cotidiana conversación entre Marta (Marta Nieto) y su madre (Blanca Apilánez) se convierte en una angustiosa situación contrarreloj cuando Marta recibe una llamada de su hijo de 6 años, Iván (Álvaro Balas), que está pasando unos días con su padre en Francia. En la llamada Iván le dice a su madre que está en la playa, completamente solo, y que su padre no está con él: se marchó de la playa y todavía no ha vuelto... (FILMAFFINITY)
19 de marzo de 2019
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
45/09(18/03/19) Apasionante cortometraje escrito y realizado por el madrileño protagonizado por Marta Nieto, Blanca Apilanez y Álvaro Balas, que radiografía con bisturí ácido la peor de las pesadillas para una madre, como es la incertidumbre e impotencia que puede sufrir tu hijo, y al que para más inri nunca vemos, solo escuchamos que lo que la agonía se acentúa al dejarlo fuera de campo y que sea nuestra sombría mente la que construya ese contraplano. Ello desarrollado en un in crescendo dramático asfixiante, ayudado por una puesta en escena que combina el minimalismo de que todo sucede en un piso, con la maestría en un sofocante plano-secuencia. Cortometraje que ha cosechado múltiples premios y selecciones tras su estreno en marzo de 2017, entre ellos Mejor Cortometraje de Ficción en los Premios Goya de 201, también nominado a los Óscar en la categoría de mejor cortometraje.

Marta (Marta Nieto) está en su apartamento con su madre (Blanca Apilánez), planeando una salida nocturna y siendo interrogada con suavidad pero persistencia sobre si habrá o no hombres elegibles. Es una situación que muchos espectadores encontrarán familiar. La madre se preocupa innecesariamente. Marta bate a un lado sus preguntas con gracia nacida de la larga costumbre. Entonces Marta recibe una llamada telefónica. Es su hijo Iván de seis años (Álvaro Balas), que se supone está pasando el fin de semana con su padre en Francia, pero informa que está solo en la playa, que no está seguro de en qué país está y que la batería del teléfono que está usando se está agotando.

El escaso metraje de 17 minutos consigue atraparte en sus redes de un modo siniestramente gradual, en una contrarreloj a tiempo real en que rápidamente empatizamos con la madre, sufrimos con esa madre que durante una intensa llamada de teléfono intenta sonsacar sin alarmar a su hijo de donde podrá encontrarse este, intenta extraer pistas de donde se puede encontrar sin que entre el chaval en modo pánico, una especie de averno que debe liderar con una tranquilidad impostada con el chico, el dolor y angustia materno nos toca la fibra, el temor no saber lo que puede estar pasando al retoño, la rabia interior de no poder protegerlo.

La puesta en escena refuerza y potencia la sensación de agobio que nos emite el metraje. Comienza la imagen en un prólogo con una extensa desierta playa (Hossegor-Francia), una toma circular suave de espacios infinitos con las tranquilas olas del mar rompiendo con suavidad en la arena, para a continuación, tras los créditos iniciales sumergirnos en un apartamento angosto, trasladándonos asfixia existencial creciente a partir de la llamada telefónica, sintiendo que la toma única filmada por el cámara Alejandro de Pablo (“Que Dios nos perdone” o “El reino”) hace que las paredes nos aprisionen más y más con el paso de los minutos y de la zozobra de la madre, moviéndose el objetivo de modo fluido por el piso, con una luminosidad tenue pero clara, donde apenas entra la luz del sol para nos sintamos más acongojados, y apretándonos la claustrofobia para que la tensión sea epidérmica.

Marta Nieto como madre angustiada lo borda, mostrando una evolución sostenida trémula, sabiendo expresar esa dualidad de no atemorizar a su hijo, y a la vez mostrar nervios e turbación constante; Blanca Apilánez como la madre de la madre muestra un perfil más marginal, intentando hacer reflexionar a su hija, pero apenas tiene espacio para hacerla pensar; Álvaro Balas es el que da voz a Iván, sabe exponer que es un niño desvalido, que en su inocencia e ingenuidad no sabe la gravedad real en que se encuentra.

El cortometraje se hace grande en la mayoría de su minutaje, pero llegados al final uno se siente un tanto en coitus interruptus, como si al final todo fuera el prólogo de un largometraje, el teaser alargado de una película, pues te deja con el “… y ya está!”. De hecho Sorogoyen tiene en producción la versión alargada del cortometraje paras estrenarla este año, con lo que la impresión es de que el corto es el cebo para atraer al público al cine.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow